RECUPERAR TEXTOS PARA RECUPERAR DERECHOS

«Más libros, más libres» es el nombre del proyecto llevado adelante en el Jardín de Infantes Nº 924 de San Martín para abordar el tema de los derechos humanos a 40 años de la recuperación de la democracia.

Conversamos con Cecilia Jeric, directora del Jardín, Laura Ferrer y Paola Bravo, maestras de sala de 5, y María Vargas, secretaria de Educación del Suteba distrital, sobre el desafío que implica tratar estas cuestiones en el nivel inicial.

Por Florencia Riccheri

Utopías en Movimiento: Contanos un poco sobre la idea del proyecto.

Cecilia Jeric: En nuestra institución (yo estoy desde hace seis años) siempre trabajamos en relación a los derechos humanos. Y las maestras, Paola, Laura y Evangelina, lo desarrollan todos los años desde distintos aspectos. Este año es más importante el proyecto que ellas presentaron, ya que estamos cumpliendo los 40 años de la vuelta a la democracia.

Ellas me presentaron un proyecto, que me pareció maravilloso, para trabajar el tema de los DDHH, de las Madres, de las Abuelas, y desde la institución nosotros apoyamos. Nosotros tratamos el tema, ya en años anteriores, desde la inclusión, desde la visibilización. De hecho, desarrollamos toda la parte de la historia que no está visibilizada. El nombre de la institución ya dice bastante: María Remedios del Valle. Y las chicas se caracterizan porque es una temática que les interesa muchísimo. El proyecto en sí lo van a desarrollar ellas, porque son las protagonistas, junto a sus alumnos. Laura Ferrer, Paola Bravo y Evangelina Zara, que no está en este momento. Paola es maestra en sala de 5, turno tarde; Laura en sala de 5, mañana y tarde; y Evangelina en sala de 4.

UEM: ¿Y cómo es trabajar estos temas con los más pequeños?

Paola: Esta idea nos surge este año en febrero, como parte de un proyecto que tenía que ver con trabajar para una capacitación en servicio que brindaba el CIE. Las tres iniciamos ese camino y en el desarrollo de este curso muchas de las propuestas tenían que ver con esto de comenzar a abordar temáticas difíciles.

Laura: Podía ser seguir a un autor, a un personaje, trabajar biografías. La idea era trabajar textos difíciles en el nivel inicial. Surgieron varias propuestas de los distintos grupos, y a nosotras se nos ocurrió recuperar textos para recuperar derechos.

Paola: En realidad, lo que comentábamos con las chicas es que estos textos nosotras los abordamos siempre. Lo que les faltaba era como un marco-proyecto, que tenga que ver con una forma, con un modo de investigar. La literatura nos acerca. A los niños muchas veces les hemos ofrecido textos de María Elena Walsh, la música, muchas novelas que fueron apareciendo, esto de las novelas por capítulos que antes decíamos que era impensado en el nivel inicial, pero que de a poco se nos va haciendo un cotidiano.

Para nosotras representó un desafío comentar esto, que no quede solo en abordar un texto, “llegó el 24, pasó y nada más”. Tiene que haber algo que nos acerque a la comunidad, y eso fue lo que empezamos a pensar con Laura y con Eva; desaparecidos de nuestro distrito, ir a nuestros vecinos.

Laura: Reconocer las historias, poder saber que nuestro vecino desapareció hace más de 40 años; y el disparador para nosotras fue trabajar a Norita Cortiñas, que los chicos se apropiaran de la historia de Norita. Ella pasó a ser para nosotras un cotidiano, una amiga, alguien con quien compartíamos una lucha y un dolor. Y Gustavo, su hijo desaparecido, pasó a ser parte de todos nosotros. En la sala hablábamos de Norita, y los nenes mismos te dicen: “sí, porque Norita, porque Gustavo, porque ayudaba, pensaba distinto, Norita sigue luchando…”

Paula: Norita era mamá y abuela; y ellos se reconocen en esos roles parentales. A veces en las salas de 3 dicen “mi mamá”, y el otro dice “no, es mi mamá”, y terminan ellos discutiendo en esa situación de mamá; “pero esperá. ¿Cómo se llama tu mamá? Vos tenés a tu mamá y ella tiene a su mamá”; y así trabajamos identidades. Mirá lo que empezó a representar el abordaje de esta forma de investigar y de tomar una sencilla representación cotidiana. Es una mamá, es una abuela, se llama Norita. Yo tengo una, se llama distinto. Identidad. Esto que le pasó con su hijo. ¿Qué significaba ese pañuelo? Hay que observar las formas en las que ellos empezaron a apropiarse de esa historia. “Ese pañuelo es una señal del pañal del hijo de Norita”. Mirá cómo llegó a poderse escribir en un registro, que no se escribió solo una vez…

Laura: … Fueron varios borradores, fueron cartas a Norita; su biografía nos permitió trabajar la biografía de Rodolfo Walsh, porque a Rodolfo le pasó lo mismo que a Norita. A Rodolfo le pasó lo mismo con su hija Vicky y también le pasó lo mismo a él.

Entonces, trabajamos a Rodolfo, a Azucena (Villaflor), y así llegamos a la biografía de cada uno de los docentes desaparecidos en San Martín. Ellos pudieron apropiarse de esa historia, hacer sus retratos, elegir el retrato, poder escribir epígrafes sobre cada una de las imágenes que trabajábamos.

Paula: Ellos leyeron un montón, y no es una tarea que no se hace en el nivel inicial. Son muchos años que las maestras de inicial trabajamos sobre las tapas de los libros, qué nos cuentan, qué podemos descubrir ahí; si ustedes observan la tapa de ese texto, está totalmente atravesado por la historia. Ahí van a observar a Norita, las plazas, unas vueltas que ellos dibujaron con caracoles, y lo repartido en una plaza, donde ellos ahí te explican qué es salir a caminar y dar vueltas; porque alguien les dijo que si no circulaban no podían estar ahí. Y dicen que no estaba sola, porque estaban todas estas señoras, porque les pasó lo mismo. Reconocen empatía en esa imagen.

 

Norita era mamá y abuela; y ellos se reconocen en esos roles parentales”

 

UEM: ¿Les hicieron llegar las cartas a Norita?

Cecilia: Yo hablé con Norita, pero estaba en Ushuaia en ese momento. Igualmente, las cartas, las fotos, se las mandé todas por WhatsApp. Estaba muy contenta de que niños tan pequeños estuvieran trabajando.

Laura: También les cuento que trabajar a Norita y su biografía nos llevó a Malvinas, a encontrarla en el cementerio de Malvinas, dejando flores para los soldados. Lo que rescataban los nenes es que en cada lugar donde está Norita está con la foto de Gustavo. Es como que se nos hizo todo transversal y pudimos trabajar un montón de cosas juntas.

Paula: Este proyecto es muy ambicioso. Nos cuestionábamos si los nenes podrían entender esto que tiene que ver con el ADN, con esta información que tenemos todos los seres humanos, todos los seres vivos a nivel genético. Y sí, lo pudieron comprender.

Laura: Estábamos trabajando estas características. Además de lo que le pasó a Norita, existe otra agrupación, integrada por las abuelas que buscan a sus nietos; porque hay mamás que desaparecieron embarazadas y esos bebés nunca fueron con las familias de origen, sino que fueron dados en adopciones, apropiaciones a otras familias. Y esas abuelas en su lucha siguen buscando a esos nietos desaparecidos.

Entonces empezamos a hablar de los parecidos físicos: vos tenés la nariz de mamá, los ojos de papá, el pelo lacio o con rulos. Todo eso está cargado en nuestra información genética. Y hablamos un poco de lo que es el ADN. Compramos unos jueguitos, uno lo regaló un papá, que le encantó participar. También hicimos un café literario.

Paula: Esa es la apertura a la comunidad. Ya el año pasado estuvimos trabajando con esto de las comunidades lectoras. Nuestra idea es que estos proyectos puedan tener un espacio dentro del Jardín, como esto de plantar y sembrar memoria; esto es lo que hacemos los maestros en cada uno de los niveles en los que trabajamos. Que no quede como que lo abordamos solo porque es la fecha, sino que a partir de esto empezamos a construir derechos, y que de parte de la comunidad se haga visible y hagamos colaborativo el trabajo dentro de nuestra institución.

Quiero destacar que María del Carmen es la profesora que nos incentivó para trabajar todo esto. Y a nuestro parque le pusimos el nombre de Delia Giovanola, una de las fundadoras de Abuelas de Plaza de Mayo. Plantamos memoria en nombre de ella y de su nieto Martín.

 

Nuestra idea es que estos proyectos puedan tener un espacio dentro del Jardín. Que no quede como que lo abordamos solo porque es la fecha, sino que a partir de esto empezamos a construir derechos”

 

Laura: Todos los días sembrar memoria y apropiarse como comunidad del NUNCA MÁS. Cuanto más nos apropiemos de nuestros derechos, nunca más va a volver a pasar. Esa era la idea. Y a un papá le encantó el trabajo, y le hablamos de que queremos comprar unos jueguitos para extraer ADN, un juego de química bastante simple, una experiencia simple de hacer, y logramos extraer el ADN de unas frutillas. Hicimos como un mini laboratorio en las salas, conseguimos guardapolvos, barbijos, y ellos se caracterizaron como científicos.

Paula: Abordamos lo que es el método científico, esto de la observación, de plantear una cuestión, cuál es nuestra pregunta, ¿dónde estará el ADN? Bueno, nos pusimos a pensar en una frutilla, ¿será en la piel?, ¿será adentro?, ¿cómo lo trabajamos? Vimos un video, a partir de eso, ¿cómo lo hacemos dentro de la sala? Cada uno fue dando su premisa sobre la cuestión. Lo que nos resultó más valorable de parte de los chicos fue que todos querían participar.

Laura: Cuando lográs filtrar el líquido de la frutilla, te queda como un gusanito blanco, en el centro, y esa es la cadena de ADN que tienen todos los seres vivos. Fue maravilloso.

 

Lo que nos resultó más valorable de parte de los chicos fue que todos querían participar”

 

UEM: Y vos, María, ¿cómo te integrás a este proyecto?

María Vargas: Yo las encontré en esta capacitación en servicio que ellas contaban de los libros, la hicimos juntas. Yo las escuché. Ese día habían llevado todos los libros que fueron censurados en esa época, y también contaron su experiencia a la profesora del CIE con mucho entusiasmo. Ahora mismo, las escucho entusiasmadas en esta centralidad de la enseñanza con los chicos; porque si ellas tienen ese entusiasmo también lo contagian tanto a los chicos como a la comunidad, como a sus mismas compañeras, porque este es un trabajo colaborativo con todos. Cuando yo supe esto, me pareció que es enriquecedor que traspase el Jardín, porque ya traspasó toda la comunidad, pero ser escuchado por otras docentes, me parece que interpela.

UEM: ¿Qué libros, cuentos, narraciones, eligieron para trabajar?

Laura: Elegimos muchos. No solo libros prohibidos, sino para continuar con un proyecto de democracia que se pueda trabajar a lo largo del año. Nos atravesó mucho un libro de Liliana Bodoc que se llama “3155 o el número de la tristeza”, que habla del decreto (3155) que prohíbe “Un elefante ocupa mucho espacio”, de Elsa Bornemann.

Paula: Es un texto que se viene trabajando hace años cada 24. Aparte los nenes cuentan con una situación esto de “estaba prohibido, le quemaron las hojas” (agarrándose la cabeza)…

Laura: Quemaron un libro, es tremendo para ellos, porque dentro de esta novela, 3155, aparece la historia de una mamá que quema ese libro, por miedo; un papá que lee todas las noches esa novela y de repente desaparece; y el papá es un desa- parecido.

Paula: Vemos capítulo por capítulo, y cuando ellos descubren al final que ese papá fue secuestrado, dicen “le pasó lo mismo que al hijo de Norita”.

UEM: ¿Y cómo accedieron ellos a la historia de Norita? ¿Fue a través de lo que les contaban ustedes?

Laura: Utilizamos el libro de Chirimbote que se llama Norita, que tiene mucho sobre su biografía. Desde que es una vecina no tan lejana, porque es de Castelar, sus viajes en tren, en colectivo, un poquito de la historia de Gustavo…

Paula: La lectura es accesible. Ellos han hecho esto del reconocimiento de cada uno de estos espacios y dicen “Norita quiere que la recuerden como la hormiguita viajera”, porque estaba en todos lados. Estuvo con la gente, estuvo en Malvinas, está en la plaza, está en las marchas, juega a la pelota, baila el tango, la murga. Aparte lo pudieron registrar, hacer los epígrafes de las distintas imágenes.

Laura: Cuando se los presentamos, ellos pudieron leer en la tapa a través de las imágenes. Tiene a Norita, las Madres, la Plaza de Mayo, la foto de Gustavo, las palomas de la paz.

Después tiene la biografía, la historia de Norita, la de Gustavo, cómo ayudaba a su comunidad, Norita y las Madres, etc.

Norita quiere que la recuerden como la hormiguita viajera”

UEM: Yo pensaba cuando la vi a María, que las encontró en este curso del CIE, cómo la formación permanente es promotora de este tipo de experiencias, cómo a partir de oportunidades de formación permanente surgen este tipo de proyectos.

¿Cuál era el curso que hicieron?

Laura: Literatura en democracia, era por los 40 años de democracia, construyendo derechos. Es un proyecto que vamos a continuar a lo largo del año. Aparte Cecilia nos ayuda, porque es artista plástica.

Cecilia: Yo quiero aclarar una cosa. Las chicas vienen trabajando esta temática desde antes de hacer esos cursos, desde años anteriores. De hecho, con Laura nos conocíamos sin conocernos, porque Laura me seguía en el Facebook por una exposición que hice en Suteba Central. Yo fui durante ocho años secretaria de Comunicaciones del Suteba de Vicente López. Hice una muestra que tenía que ver con lo negro y lo bello. Yo trabajaba en Vicente López, ella en San Martín. Incluso en un momento ella me mandó un mensajito preguntándome si podía ir a llevar mis obras de las mujeres afro que había pintado. Nos conocimos así. No sabemos sin son casualidades o causalidades, porque terminamos trabajando en el mismo lugar.

De hecho, yo pertenezco también a una agrupación que se llama Xangó, que visibiliza y defiende los derechos de los afroargentinos, y ya una de las obras había estado en una exposición en el Cabildo junto a un cuadro inédito de María Remedios del Valle, que es el nombre del Jardín. El universo nos junta. Está buenísimo trabajar en un Jardín y coincidir en un montón de aspectos. Obviamente que desde la parte directiva voy a estar siempre ayudándolas en todo lo que pueda.

UEM: La gestión institucional dice algo de cómo conducir políticamente y compartir un espacio con la comunidad. Hay un posicionamiento, una mirada. Cómo vincularlo con el más allá de la escuela, que no termina puertas adentro si no que se entreteje con el resto. Y eso va posibilitando justamente el legado. Los padres de los niños quizás vivieron siempre en democracia. Es también una forma de traspasar eso a la comunidad.

María Remedios del Valle, la Capitana de la Patria

Las crónicas de la Independencia dan cuenta de un pequeño número de mujeres que salieron del anonimato, ya sea por su solidaridad hacia la causa patriota, por su apoyo logístico a los soldados o por ser dueñas de casas donde se llevaron grandes discusiones para dirigir los destinos de la revolución.

En todos estos escritos, son pocos los renglones dedicados a mujeres que pelearon codo a codo con los hombres en el frente de batalla. La experiencia revolucionaria y la militarización, si bien habían llevado a la mujer a un rol más activo, ésta seguía representando valores tradicionales. Quizás por ello el papel de las mujeres como soldadas ha sido y es todavía vedado de la historia y de la memoria.

Sin embargo, la figura de María Remedios del Valle hace justicia a las mezquindades y a los olvidos de los relatos historiográficos sobre el proceso de la Independencia.

¿Quién fue?

Mujer negra, pobre, guerrera, esposa y madre de varios hijos, María Remedios del Valle fue una de las pocas mujeres que comenzó a luchar en las guerras de la Independencia desde que se formó el primer gobierno patrio el 25 de mayo de 1810. Su primera participación fue en la Expedición del Alto Perú junto a su marido y a sus dos hijos. Ella, como muchas otras mujeres, acompañó a la tropa alimentando a los soldados, curando heridos y también peleando con ellos.

Así lo hizo en la batalla de Huaqui, donde desafortunadamente perdió a su marido y a sus dos hijos. Lejos de rendirla, sumó más coraje para pelear en las contiendas de Tucumán y Salta. Debido a su bravura y valentía, Manuel Belgrano la nombró Capitana. A pesar de este gran reconocimiento, la suerte no estuvo de su parte en las derrotas de Vilcapugio y Ayohúma, donde fue herida de bala, capturada por los realistas y azotada públicamente. Muchas veces estuvo a punto de ser fusilada, sin embargo, pudo sortear los embates tenazmente.

De vuelta en Buenos Aires, no le fue fácil que la reconocieran como Capitana y que le pagaran su sueldo, y cuando lo consiguió fue por poco tiempo.

https://casadelaindependencia.cultura.gob.ar/noticia/maria-remedios-del-valle-la-capitana-de-la-patria/