PROGRAMA JÓVENES Y MEMORIA – REIVINDICAR LA INCLUSIÓN

A través de distintas experiencias, Profesorxs y Estudiantes de una Escuela Secundaria Agraria de Ezeiza abordaron la violencia de género y la discriminación, en un proceso colectivo de toma de conciencia que lxs transformó como personas. También conversamos con Patricia Romero Díaz y con Mónica Grandoli, quienes compartieron reflexiones y líneas de trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos del SUTEBA sobre el tema de la Memoria.

Por Florencia Riccheri

Utopías en Movimiento: Estamos con Florencia Espinosa, Profesora y Directora de la Escuela de Educación Secundaria Agraria Nº1 de Ezeiza, y con estudiantes del mismo establecimiento. Florencia, contanos un poco sobre la escuela.

Florencia Espinosa: Esta es una escuela con una modalidad distinta a la de las secundarias del distrito, porque los chicos vienen a producir alimentos. Es una escuela agropecuaria con orientación en agroalimentos. Se procesa la materia prima y se le genera valor agregado.

 

“La Educación Secundaria Agraria es una de las alternativas de la Modalidad Educación Técnico Profesional, en el marco de la Educación Secundaria obligatoria. La misma se organiza en dos ciclos: Ciclo Básico Agrario (CBA) de tres años de duración, común a todos los servicios de educación agraria (Escuelas Agrarias, Centros de Educación Agraria que ofrecen la tecnicatura y Centros Educativos para la Producción Total) y el Ciclo Superior Agrario (CSA) de cuatro años de duración.

En la culminación del 6º (sexto) año, los alumnos reciben el título de Bachiller Agrario y al finalizar el 7° (séptimo) año, los egresados obtienen el título de Técnico en Producción Agraria con la especificación de la orientación que corresponda.”

 

Sobre Jóvenes y Memoria la escuela participó en el año 2019, a partir de la temática del femicidio. Se investigó el caso del femicidio de Tatiana Fernández, la hija de una preceptora que había trabajado en la escuela. En 2020, con el comienzo de la pandemia, el proyecto se continuó trabajando en forma remota. Se trabajó también sobre la historia de la escuela, en el marco del derecho a la educación agraria.

Quiero destacar la importancia del trabajo colectivo con las profes de diferentes materias: teatro, lengua, geografía y el Equipo de Orientación Escolar para el desarrollo del proyecto, ya que le dieron riqueza y sostenimiento en el tiempo, lo cual es muy importante para poder consolidar la identidad institucional.

UEM: Algunx de lxs chicxs que quiera contar cómo surgió, cómo fue la convocatoria, cómo se sintieron interesadxs por el tema y empezaron a trabajarlo…

Camila: Soy de séptimo año y nos interesamos por todo. Empezamos a trabajar el tema de femicidio por el caso de la hija de la preceptora, y a nosotros nos llamaba la atención la idea de que la secundaria iba a mostrar sus proyectos.

Rodrigo: Yo pertenecía al Centro de Estudiantes, y junto a otros compañeros del Centro también formábamos parte del proyecto Jóvenes y Memoria. Después pasa el tema de los femicidios, del Ni una Menos, y surge el caso de la preceptora. Yo veía esto como algo muy lejano, y al ver un caso más cercano, como el de la preceptora, me dio mucho interés por otros casos y me pareció muy interesante poder mostrar nuestras ideas.

UEM: Investigaron el caso, y ¿en qué producto lo plasmaron?

Rodrigo: Lo presentamos en varias grabaciones. Después hicimos una obra de teatro que era sin texto, todo mímica: se trataba de una violación que al final el chico termina matando a su novia, así, muy loco. Hicimos también un par de audiovisuales, todos con las entrevistas a la mamá de Tatiana.

UEM: ¿Y cómo fue llevar la obra a Chapadmalal?

Rodrigo: La verdad que en ese momento yo era muy introvertido y me sentía muy influido, era muy divertido porque era todo sonrisas, caras alegres, todos te trataban muy bien, tanto los coordinadores como los chicos. Era un entorno muy saludable, se podría decir, muy sociable, y te daba confianza, no te sentías intimidado por los chicos, por los profesores, coordinadores.

 

“Quiero destacar la importancia del trabajo colectivo con las profes de diferentes materias para el desarrollo del proyecto”

 

UEM: ¿Y el resto participó en otro?

Camila: Sí, el año pasado nos sumamos todos.

Rodrigo: El año pasado trabajamos cómo fue el rol de la mujer en esta zona años atrás. Como esta es una zona tambera, cómo fue el rol de la mujer en el tambo, cómo fue evolucionando. Antes la mujer estaba en la casa ocupándose de los hijos, haciendo las labores de la casa, y el hombre venía a trabajar al campo. Después la mujer comenzó a inmiscuirse en el trabajo, hasta que los dos, hombre y mujer, hicieron lo mismo.

UEM: ¿A quién le hicieron la entrevista el año pasado?

Rodrigo: A Claudia, la señora que está a cargo del museo de Suárez.

Florencia Espinosa: Estuvo buenísimo porque aprendimos un montón, nos contó toda la historia, porque digamos que no había una persona que hace muchos años que esté acá y que haya conocido mucha gente.

Rodrigo: Como era directora del museo, conocía más de la zona, cómo fue evolucionando.

Florencia Espinosa: Creo que llevar la obra a Chapadmalal fue una experiencia muy linda, siento que nos hizo crecer y fortalecer como personas a todos.

UEM: ¿En qué sentido te fortaleció? ¿Qué cambios sentiste en vos?

Florencia Espinosa: De lo que se trata la obra, eso de capaz reprimirte por no hacer algo, que lo haga un hombre. Entonces ahora no, yo lo hago porque puedo. Era lo que queríamos mostrar en la obra y que no se malinterprete nada.

 

“Queríamos mostrar la brecha: los hombres en el bar y las mujeres haciendo las tares de la casa”

 

UEM: Contanos un poco la obra.

Rodrigo: Era en una pulpería. En una mesa hay dos señores (alumnos) jugando a las cartas y entra otro señor, y entro yo con mi señora y mi hija. El señor se quiere sentar en la mesa y yo, con una cara de desagrado total, golpeo la mesa haciendo ruido y señalo hacia otro lado, donde justo estaba mi compañera haciendo que limpiaba unas telas.

Camila: Lo que queríamos mostrar es la brecha: que en un lado estaban las mujeres haciendo las cosas de la casa, cuidando a los hijos; los hombres en el bar y las mujeres haciendo las tares de la casa.

Rodrigo: Por eso el escenario se dividía en dos. Por un lado, los hombres, haciendo las cosas de los hombres, y por otro las mujeres, lavando ropa, etc.

Florencia Espinosa: Lo que queríamos mostrar es que ambos podían hacer cualquier cosa.

Camila: Después las mujeres se suman a la mesa. La idea es que todos pueden hacer lo de todos.

Rodrigo: Termina la obra, todos en la mesa, todos iguales, compartiendo todo, las mujeres sentadas en la mesa, los niños jugando.

Rodrigo: Matías, un hombre extranjero que en ese momento también lo dejaban de lado, se sentaba a la mesa, no lo dejaban jugar, le sacaban las cartas de las manos para que se vea que los otros siempre lo estaban dejando de lado.

Florencia Espinosa: Al final nos agarró un poco de miedo, porque cuando terminó la obra no sabíamos si la gente lo había comprendido. Porque cada uno tiene una visión diferente de todo y tal vez dábamos a entender algo que no era.

Rodrigo: Dimos bien a entender que al principio era no inclusivo y después era todo inclusivo, que éramos todos iguales.

Florencia Espinosa: También el tema de la identidad rural en la escuela. Fuimos todos vestidos como gauchos, la gran mayoría con camisa, porque en ese tiempo se usaban camisas, los chicos con boinas; en ese tiempo capaz no dejaban que las chicas usen boinas.

 

“Termina la obra, todos en la mesa, todos iguales, compartiendo todo, las mujeres sentadas en la mesa, los niños jugando”

 

“Peter Berger y Thomas Luckmann, en La Construcción Social de la Realidad sostienen que todo el conocimiento ––incluyendo el sentido común, el conocimiento más básico compartido en la realidad diaria–– se deriva y es mantenido por las interacciones sociales. Así, los elementos clave para entender la realidad como una construcción social se encuentran en la vida cotidiana, la que se caracteriza por presentarse como un mundo intersubjetivo, de significados compartidos, un mundo contrastable mediante la experiencia con otros. Es en este sentido, en esa trama de relaciones continuas, que la cotidianidad como experiencia previa también es parte de la realidad (re)construida socialmente y que la memoria se constituye así en un cuerpo de conocimiento que llega a quedar establecido como “realidad”. Jorge Montealegre Iturra

 

UEM: Sofía, vos dijiste algo muy interesante hoy, que era cómo atravesar todo ese proceso, también había algo donde habían tomado la palabra…

Sofía: Todo lo que nosotros llevábamos a Chapadmalal, tanto lo que dábamos nosotros como lo que llevaban otros chicos, porque también había otras obras, otros videos, creo que nos hace mejores personas a nosotros y nos hace aprender.

Camila: Y entendimos lo que pasaba antes porque nuestra realidad es muy diferente a la que ellos tenían y porque estamos acostumbrados a ciertas cosas, y que probablemente van a seguir cambiando en el futuro, pero que antes no era nada parecido a lo que tenemos hoy acá.

UEM: ¿Cómo ven el presente? ¿Muy distinto a esa historia que ustedes cuentan?

Rodrigo: Al principio es muy chocante, y cuando nosotros estábamos preparando la obra decíamos, ¿cómo puede ser esto?

Florencia Espinosa: Cuando vino Claudia y nos contó la historia, todo lo que pasaba acá, cómo era el pueblo y las cosas que hacían, era muy chocante, era como de no creer. Franco y Rodrigo formaron parte de una obra de teatro del museo.

Rodrigo: Con Franco formamos parte de la obra de teatro El buzón del pueblo. Era una tragicomedia que se trataba de un “pueblo chico, infierno grande”. Pasaban un montón de sucesos y se contaba toda la historia a través de cartas; entonces abrían el buzón y había confesiones muy fuertes, y todos decían: “¿cómo puede pasar esto?”, “se van a enterar de lo que digo”, etc.

 

“A ellos los criaron así. Nosotros somos una generación que cambiamos, visualizando otros factores, otras formas de vernos”

 

UEM: Comparando la realidad de antes con la de ahora, si ustedes tienen una mirada hacia la realidad actual, ¿qué cosas les parece que todavía deberían seguir cambiando?

Sofía: Una de las cosas principales que se debería cambiar es los prejuicios, porque se habla mucho de eso y al ver esa época, la forma de vivir de todos, su manera de vestir… Por ejemplo, si lo ven a él con el pelo largo lo tomarían a mal, lo tendría que tener corto…

Franco: Todavía sigue el prejuicio.

UEM: ¿Cómo ven el prejuicio de la división de roles en las familias?

Rodrigo: Todavía en las familias más antiguas se dan más esas cosas, a la antigua, como los criaron sus padres, sus abuelos. A ellos los criaron así; y ahora nosotros somos una generación que cambiamos, visualizando otros factores, otras formas de vernos.

Sofía: En Chapa por suerte te das cuenta de cosas que no veías, ponele un abuso, que te dicen “esto es abuso”, y vos no lo veías así, pero te das cuenta que es abuso. Y creo que eso nos sirve un montón a todos.

Camila: Además, conocés la realidad de muchos otros chicos, cómo viven los demás, que es muy diferente a todos.

Rodrigo: También sirve para ver si hay injusticias. Por ejemplo, una escuela puso como proyecto el caso de un chico que fue asesinado por la policía. Lo habían agarrado por una discusión con una señora, pensaron que había robado, que era delincuente, y lo golpearon, lo tiraron al piso, le tenían la cabeza y lo mataron. Estuvo seis días en el hospital y terminó falleciendo. Son cosas que pasan y generalmente no le dan importancia.

Sofía: Aparte, esto te deja como conclusión que deberíamos pelear más, quizás.

UEM: ¿Este año están pensando algo?

Sofía: Tenemos que armar toda la agenda, tenemos muchas cosas para pensar.

UEM: Luego de la entrevista la directora nos comenta que la visita de nuestra Revista impulsó el armado de la Agenda de los chicxs para 2022. ¡Lxs jóvenes se siguen sumando!

 

Patricia Romero Díaz, Secretaria de Derechos Humanos, y Mónica Grandoli, Subsecretaria, comparten algunas reflexiones y líneas de trabajo desarrolladas desde la Secretaría de DDHH del SUTEBA.

Patricia Romero Díaz.

Sabemos que el tema de Memoria, Verdad y Justicia es una marca constitutiva de nuestra Organización Sindical. Desde que nos constituimos como SUTEBA se creó la Secretaría de Derechos Humanos, y en ese momento hubo un debate. Nos preguntábamos si un sindicato que defiende los derechos de lxs Trabajadorxs de la Educación, además debía tener una Secretaría de DDHH.

 

“El tema de Memoria, Verdad y Justicia es una marca constitutiva de nuestra Organización Sindical”

 

Estábamos saliendo de la dictadura, y teníamos muy fresca la catástrofe del terrorismo de Estado. Y se resolvió que sí, que teníamos que tener una Secretaría de DDHH para garantizar la Memoria, para garantizar que lo que acabábamos de transitar como sociedad no quede en el olvido. Siempre recordamos (y lo reiteramos en los materiales de este año sobre el 24 de marzo) que en nuestro Congreso constitutivo había una SILLA VACÍA representando a lxs 30 mil.

Esta marca constitutiva y la marca histórica que dejan nuestras Madres y Abuelas y los Organismos de Derechos Humanos, nos nutre y nos da la seguridad de lo que venimos haciendo hace 36 años: poder proponerles a lxs Docentes de todos los niveles y modalidades algunas sugerencias, herramientas didácticas, algunas lecturas de cómo abordar esta tarea en el aula, la tarea que asumimos como Organización Sindical de Docentes.

 

“Siempre decimos que es un compromiso ético y político la transmisión de la Memoria, sabiendo que el pasado no es estático. El pasado no cambia, lo ocurrido no cambia. Lo que cambia y es activo y se modifica, son las interpretaciones que hacemos de ese pasado, desde las tensiones del debate del presente.”

 

El terreno de la reconstrucción de la memoria es un terreno en disputa, es parte de la disputa cultural, de la batalla cultural que en muchos otros sentidos tenemos que dar como sociedad y el compromiso que tenemos como Docentes.

Entonces, desde el Sindicato convocamos y les proponemos a lxs Docentes, Maestrxs, Profes, equipos directivos, que tenemos que sistematizar la transmisión de la memoria a las nuevas generaciones, desde las perspectivas de análisis y las preocupaciones que tienen nuestrxs pibes y nuestrxs jóvenes hoy.

¿Cómo hacemos de manera inteligente para seguir generando ese interés por lo ocurrido, las causas políticas, sociales, económicas que generaron el terrorismo de Estado y nos dejaron 30 mil compañerxs detenidxs desaparecidxs, con jóvenes que están casi 50 años alejados de lo que ocurrió durante el terrorismo de Estado?

 

¿Cómo seguimos haciendo, con qué estrategias didácticas, para vincular lo ocurrido con lo que ocurre hoy?

 

Porque hay un hilo conductor: las causas de la dictadura cívico militar y el terrorismo de Estado en nuestro país fueron económicas. Y esos intereses económicos no se acabaron cuando pudimos volver a recuperar la democracia, sino que siguen pulsando, en nuestro país y en toda América Latina, por seguir acumulando poder e instalando un modelo económico de exclusión, de pobreza, de endeudamiento.

Nos parece que este compromiso de transmisión de la Memoria a las nuevas generaciones también debemos llegar a instalarlo en la formación de lxs Docentes.

Mónica Grandoli. 

Con respecto a los terciarios, creo que hoy por hoy la apuesta de una clase sobre Memoria, Verdad y Justicia, tiene que ver con compañerxs que militan en cierta forma ese tema, que están comprometidxs, que están interesadxs, pero es una apuesta al futuro, a empezar a trabajar con los y las Estudiantes ese tema.

Utopías en Movimiento: Es interesante lo que vos planteás porque podría decirse que existe una vacancia en la formación inicial con respecto a la pedagogía de la memoria. Vacancia que debería ser atendida en la revisión de los Diseños curriculares al igual que los contenidos vinculados con la ESI y con el cuidado del medioambiente. De ese modo no quedaría circunscripto a “compañerxs que militan”.

 Como decía Patricia, revisar la realidad, lo actual, a través de ese tema, que es revisar los compromisos que tenían nuestrxs compañerxs detenidxs desaparecidxs, como si fuera hoy.

Y a mí me parece, y conozco algunas escuelas, en donde trabajando ese tema se puede trabajar también la organización de la misma escuela, los Centros de Estudiantes, donde lxs pibxs empiezan de alguna forma a participar de una manera como más activa en lo que es la transformación de la realidad, empezando a ver que hubo, y debería seguir habiendo y va a seguir habiendo, compañerxs, Docentes y Estudiantes que pueden hacer cosas para transformar la realidad organizadamente.

Y ese me parece que es un tema interesante, que nosotrxs a partir del 24 de marzo podemos hasta abordar transversalmente en la escuela con lxs otrxs profesorxs. Por otro lado, me parece que además de intentar instalar materias sobre este tema en el nivel terciario, lo que nosotrxs también podemos hacer, desde el Sindicato, como Organización, es trabajarlo con lxs compañerxs que están en ese nivel para que puedan concientizar a los y las compañeras que están estudiando sobre el trabajo de este tema, que además está en los diseños.

Entonces, no se aborda porque puede que no haya una formación, pero la formación genera también compromiso e interés por dar el tema y además por provocar en la escuela algo distinto de lo que se venía haciendo. No solo contar la historia, sino provocar, conmover y justamente mover algunas estructuras que tal vez en las escuelas cuesta bastante, sobre todo en las secundarias.

 

Patricia Romero Díaz

La memoria no es estática, es dinámica, abierta, cambiante. Lxs Docentes debemos tener necesariamente la inteligencia para que los pibes y pibas vean más de cerca estos planteos. Cuando recordamos a lxs 30 mil desaparecidxs, no lo hagamos desde el mármol; eran compañeros y compañeras que tenían una vida, que se enamoraban, que les gustaba el fútbol, que tenían alegrías y tristezas. Eran personas que tenían un sueño de país y por eso lucharon y por eso los mataron o los desaparecieron.

Hoy estamos en otro contexto, pero hay una juventud que sueña, que ve injusticias, que necesariamente las tiene que denunciar. Lxs Docentes, que somos un nexo para esta transmisión, tenemos que ver de qué manera hacemos ese puente. Decimos: banderas de Memoria, Verdad y Justicia, hoy, ¿cómo se traduce en Memoria con el pasado reciente para que no se olvide? Hoy, ¿cómo resignificamos la Memoria?

Precisamente, con lo que decíamos antes, pudiendo ver que los sectores económicos de poder de aquella época, que produjeron en toda América Latina lo que produjeron, siguen vigentes hoy. Lo vemos concretamente en este endeudamiento con el FMI, salvando las distancias, en otros contextos históricos, tengamos Memoria de esos sectores económicos que tienen que ver con lo que nos está pasando hoy.

Verdad, con la historia reciente, es saber lo que pasó con la verdad que nos muestran los juicios de lesa humanidad. Tenemos algo que es impresionante: víctimas que son testigos vivos del terrorismo de Estado. A esa verdad nos referimos, a reconstruir la historia con la verdad de los que atestiguaron y de lo que sancionó la Justicia en nuestro país, que acá hubo un genocidio, hubo desaparecidxs, hubo un plan sistemático. Verdad, hoy. Cada vez que nosotrxs intentamos denunciar lo que hoy hacen los medios de comunicación hegemónicos, cuando a repetición instalan mentiras, fake news, también estamos peleando por la verdad, aquella verdad y la verdad hoy.

Y decimos Justicia. Justicia en relación a nuestra historia reciente, queremos que todos los genocidas estén en una cárcel común y efectiva. Justicia, bandera para hoy. Necesitamos un Poder Judicial que responda a las necesidades del Pueblo y no a los poderes económicos de turno. Y ahí nos metemos con el lawfare, un tema muy actual. Hay un sector del Poder Judicial que es consecuente con la invención de causas judiciales.

Memoria, Verdad y Justicia están muy vigentes hoy. Tenemos que buscarle la vuelta didáctica desde las escuelas para trabajar con lxs pibxs Memoria, Verdad y Justicia en relación con la dictadura cívico militar.