Cuando llegó, hace más de 20 años, no había ni un solo instrumento. Hoy, la banda de música de la Escuela Primaria 4 de Enrique Hudson, partido de Ezeiza, más conocida como LA ESCUELA DEL MAESTRO IGLESIAS, es una realidad que llena de orgullo a docentes y estudiantes. José González, responsable del proyecto, nos cuenta una experiencia en la que la clave es animarse a tocar.
UEM: Recién estuvimos viendo la participación de la banda escolar en el acto del 25 de mayo. Me gustaría que te presentes y nos cuentes cómo se fue desarrollando el proyecto.
José Carlos González: Soy maestro de música, egresado del Conservatorio Provincial Julián Aguirre. Empecé acá en el 98, antes había estado una temporada en el Aguirre dando clases de trompeta. En alguna oportunidad también estuve en una escuela donde se formó una orquesta de flautas, la típica flauta dulce que se usa en la escuela, de distintos tamaños, distintos registros.
Mi criterio, siempre, esté donde esté trabajando, es que se haga música grupalmente.
Cuando llegué a esta escuela, había 15 alumnos y no había ni un instrumento, ni siquiera una guitarra. Entonces me venía con la guitarra de casa, practicábamos con los chicos y buscábamos eso, ir pudiendo hacer música en grupo. Lo hacemos en el horario curricular de clase. Y desde ese año hasta ahora, es lo que viste, el instrumental que se pudo conseguir, adquirir, con el apoyo de la comunidad, no solo de la comunidad escolar sino también de la zona: algunos se enteraron y nos vinieron a preguntar qué necesitábamos.
UEM: ¿El Municipio contribuyó con algo?
José: No pedí ni pienso pedir. Mi criterio, en todos los trabajos que hice, es arreglarme con mi entorno, con el que está más cerca: alumnos, familia, directivos, compañeros docentes, amigos… Me siento más cómodo trabajando de esa manera, porque muchas veces se desdibuja la línea de separación.
UEM: ¿Cuál te parece que es la clave para que se vaya fortaleciendo el proyecto de la banda?
José: A mí lo mejor que me puede pasar cuando estoy en un trabajo es que me digan: “hacé lo que quieras”. Porque en cuanto me empiezan a bajar línea de cómo tendrían que hacerse las cosas, nunca da resultado. Yo sé qué es lo que tengo que hacer como tarea con los pibes para alcanzar estos logros, por la experiencia, por la capacitación y por las ganas que ponés en tu vocación. Inclusive no es una experiencia trasladable a otras escuelas.
Nosotros en 2001 ya estábamos tocando en la Feria del Libro del Niño, en CABA. Con lo que habíamos hecho en esos poquitos años, de ejercitarnos y hacer música.
Fundamentalmente, trato de darles la menor cantidad posible de conocimientos teóricos. Decirles “tomá, esto es un instrumento”, y a probar. Ensayo y error, corrección, apuntalamiento, siempre que te tomen como referente, es decir, si vos querés formar una banda, vos tenés que ser el abanderado, para decirlo de alguna manera, tenés que ir adelante, con tu instrumento y que te sigan y que no decaiga, insistir.
“Trato de darles la menor cantidad posible de conocimientos teóricos. Decirles “tomá, esto es un instrumento”, y a probar. Ensayo y error, corrección, apuntalamiento”
Entonces, fueron viendo los logros. Fuimos también a una radio donde nos invitaron, a una FM local. Todo eso es muy estimulante, para los pibes, para las familias, y estar en los actos, sí o sí. Me interesa puntualmente arrancar bien de la base de lo que cada uno tenga. Recién, una chica de 19 años que ya egresó (estuvo conmigo hasta sexto), que tiene un talento impresionante para la percusión, me comentó que ingresó al Aguirre, que está estudiando percusión. Y está entusiasmadísima, eso me parece genial.
Además, hay muchas cosas de las que hacía Iglesias que yo, sin saber que él las hacía, las desarrollé siempre con mis alumnos. Hay algo muy puntual que es el estímulo que le da al pibe el poder enseñarle a otro. Es decir, el que está en sexto, llegó a tocar la trompeta, el otro que lo está mirando, que está en 4to o 5to le pregunta cómo es y él le explica, y así con todos los instrumentos.
“En los actos, en vez de estar poniendo una grabación, lo hacemos nosotros en vivo, lo hacen los chicos. Eso me parece fundamental”
UEM: ¿Hasta qué año estuvo Iglesias?
José: Desde 1938 hasta 1958, estuvo 20 años, más o menos.
El maestro Iglesias, como actividad musical, y por lo que estuve averiguando, estudiando, leyendo, investigando, lo que hizo fue traer un fonógrafo, ponerlo al aire libre y que los chicos cantaran el himno. O alguna canción folclórica que cantaban y bailaban. Era muy emotivo, y era la primera vez que tenían esa experiencia musical.
Cuando yo entré en el 98, me preguntaron cómo iba a hacer para dar clase con una trompeta, les resultaba extraño que yo no fuera ni tecladista ni guitarrista. De hecho, muchas canciones con los chicos las hacemos con guitarra. Un solo instrumento de viento que hace melodía, ¿cómo hacés para combinarlo con los otros?
Bueno, llegamos a lo que llegamos. Y la verdad que es muy rico encontrarse con este tipo de resultados. En los actos, en vez de estar poniendo una grabación, un audio, un disc jockey poniendo la clásica entrada de bandera y el himno interpretado por alguna agrupación militar profesional, lo hacemos nosotros en vivo, lo hacen los chicos. Eso me parece fundamental.
La base de todo es el trabajo. Y creo que en muchos aspectos la banda es un referente de la escuela.
UEM: De la escuela y del barrio, ¿no?
José: Sí, y te voy a decir algo más. Que yo sepa, creo que no hay otra escuela en la provincia de Buenos Aires que tenga una banda.
UEM: ¿Cuántos chicos hay hoy en la banda?
José: Hoy están los de 5to y 6to, porque como te decía, se trabaja curricularmente. Hoy pueden ser 20, el año que viene pueden ser 25 ó 15.
El proyecto empieza desde primer grado, para que su etapa final sea la de la banda. Por eso es troncal la enseñanza de los chicos, el poder hacer música en grupo. Acá tocan todos. No hay eso de “no, porque vos no tenés oreja”, acá tocan todos. Todos pueden y tienen que aprender.
Jamás tuve que estar pensando “a ver qué nota le voy a poner a este chico”. No, agarramos los instrumentos y empezamos a hacer música.
UEM: ¿Con qué instrumentos cuentan?
José: Tenemos flauta piccolo, trompeta, yenis, que es como una trompeta más grande, redoblante, platillo, bombo, teclado, triángulo y otros instrumentos de percusión. Muchas veces hacemos ensayos en los recreos, los pibes se quedan mirando, observando, a veces visitamos el grado, tocamos algo para el grado.
La idea es hacerlo, concretarlo. No vas a ver pizarrones llenos en clase.
UEM: Bien experiencial es…
José: Sí, la música es eso. Limitarse nada más que a escuchar música, no resulta tan productivo y tan concreto como decirles “acá está el instrumento, hagamos música”. Y en cuanto al gusto por la música, podrán tener distintos gustos, o apuntar para otros estilos, pero para ellos hacer música en vivo es desafiante y lo hacen suyo.
UEM: Si te preguntaran qué te está faltando para ampliar tu proyecto, para fortalecerlo, ¿qué dirías?
José: Un aula de música, un aula con atriles y acústica, que para este tipo de actividad es muy importante.
“La idea es hacerlo, concretarlo: acá está el instrumento, hagamos música”