EL PESO DE LAS REDES SOCIALES

Utopías en Movimiento: Lxs invitamos a compartir este espacio para que nos cuenten sobre el  proyecto del que estuvieron hablando en el Congreso de Educación Secundaria.

Yéssica Funes: Soy profesora de matemática y de física. Estuve participando en el Congreso de Educación, en el cual en uno de los talleres empezamos a comentar experiencias que habíamos estado atravesando en el aula, y en un momento yo conté la participación que habíamos tenido con un grupo de estudiantes de 5to año de la escuela normal, la Escuela de Educación Secundaria Nº 2 de Las Flores. Yo había tomado una suplencia en ese momento, hacía muy poco que me había recibido. La docente me indicó los contenidos que tenía que abordar para ese curso. Comienzo a trabajar, y a partir de una problemática de funciones, los chicos se engancharon con ese tema, que era sobre una dieta. La función indicaba cuánto disminuía de peso una persona con el transcurso de los días, de los meses, haciendo una determinada dieta. Entonces ahí empezaron a surgir diferentes interrogantes de los alumnos: ¿por qué se había reflejado que mayormente las personas bajan de peso llegando al verano?; ¿por qué preocupa tanto la imagen y la estética llegando al verano?

Los chicos se empezaron a enganchar y yo tuve que dejar de lado mi planificación, ir para el lado que ellos querían ir y lo que ellos cuestionaban. A los pocos días nos invitan desde la escuela a participar de la Feria de Ciencias. Yo no tenía idea, porque nunca había participado. Les comento a los chicos, ellos se enganchan, y ahí comenzó el proyecto, que ellos después denominan “El peso de las redes sociales”. Cómo influían las redes sociales, Instagram (IG), Facebook, etc., en los estereotipos de imagen y de belleza. Y ahí comenzó un proyecto que se desarrolló durante más de un año.

“Empezaron a surgir diferentes interrogantes de los alumnos: ¿por qué mayormente las personas bajan de peso llegando al verano?; ¿por qué preocupa tanto la imagen y la estética llegando al verano?” (Yéssica)

UEM: ¿Qué implicó para vos, en la organización de tu trabajo, abordar una problemática más amplia, que excede lo puramente matemático? ¿Tuviste que juntarte con otrxs profes?

Yéssica: Sí, la verdad que implicó muchos cambios, porque a veces uno puede conocer una temática, por arriba, como se dice, pero no estar familiarizado cien por ciento con lo que los chicos quieren trabajar en el aula. En mis clases, yo siempre trato de acercar los ejercicios a la realidad, para que ellos puedan involucrarse más, porque sabemos que matemática no es quizás el área que mayormente a la población estudiantil le interese. Y en este caso implicó mucha información extra que yo no tenía. Cuando ya íbamos trabajando más en el proyecto y metiéndonos muy a fondo, trabajamos con otros profesores del curso; y además surgieron muchas cosas, por ejemplo nutricionales. Y entonces tuvimos que buscar un nutricionista para que les diera una charla a los chicos, un marco teórico, que era necesario no solo para el proyecto en sí, sino también para poder responderles dudas que ellos tenían.

Después también surgió la parte psicológica, así que también tuvimos una entrevista con piscólogas, desde el equipo de salud del hospital, que fueron también al aula a darles una charla a los chicos; también entrevistamos al dueño de un gimnasio, de acá de Las Flores, al que los chicos le preguntaron si era cierto o no, que la gente empezaba a ir más al gimnasio después del invierno, como una de las preguntas que más se repetía. También se hicieron entrevistas a personas que habían tenido bulimia o anorexia, que eran los trastornos que ellos consideraban que quizás más generaban todo esto de los estereotipos de belleza.

UEM: Nazareno, ¿cómo fue tu participación en este proyecto?

Nazareno Sández: Yo fui expositor, cada vez que íbamos presentando el proyecto una vez que nos metimos en Feria de Ciencias. A mí me tocó dar la cara del proyecto junto con otra compañera. Yo exponía el resultado de un trabajo en grupo, la investigación, lo que nos llevaba a desarrollar las hipótesis, los movimientos que hacíamos; a la hora de exponer teníamos que dejar explayado de forma sencilla y concreta todo el trabajo que estábamos haciendo con mi compañera que también exponía conmigo, y con todo el salón y el grupo de compañeros.

UEM: ¿Cómo organizaron el trabajo?

Nazareno: Ahí estuvieron más presentes Yéssica y mi compañera. Yo era más el que daba la cara y hablaba de todo. Se fue dando todo, fue bastante espontáneo. No fue un trabajo tan organizado, sino que iban surgiendo ideas y cosas que podíamos llegar a hacer; un día surgió el tema, cuando entrevistamos a una chica que había sufrido de una disconformidad con su cuerpo y había llegado a tener bulimia. Después ella posteó en Instagram que se sentía bien con su cuerpo después de haber estado con esta patología. Ya te digo, fue todo bastante espontáneo en muchos aspectos. Del tema de organización se ocupó mucho más Yessi.

UEM: ¿Por qué lleva ese nombre el proyecto, el peso de las redes?

Nazareno: Surgió porque estábamos tratando el problema de cómo influía la imagen de las personas, el peso de la imagen corporal de las personas, en las redes sociales. Tiene un doble significado el título; y en lo que más nos basamos justamente es en Instagram, que es la red social de la imagen; todo el mundo en IG se maneja a través de imágenes y de videos; distinto de Facebook, donde podés postear publicaciones o escritos. Y fue un título con varios significados; el peso de las redes sociales, lo que generaba pertenecer a una red social, y todos los estereotipos o metas a cumplir de la gente “más popular”, que son los varones modelos con el mejor físico o las mujeres que salen en las revistas con una bikini, con cuerpos estéticamente “perfectos”.

“Nos basamos en Instagram, que es la red social de la imagen”. (Nazareno)

UEM: Yéssica, ¿cuánto tiempo duró y qué evolución fuiste viendo en el grupo?

Yéssica: El proyecto se inició en abril y duró todo el año, hasta diciembre. Y en cuanto a la evolución del grupo, como decía Naza, era todo muy espontáneo. Yo llegaba a cada clase y los chicos ya tenían otra idea para sumarle al proyecto. Yo me encargaba mucho de la parte organizacional, por ejemplo si había que hacer una entrevista, como ellos eran chicos, todos menores de edad, yo me tenía que encargar de hablar con el entrevistador, por ejemplo, para coordinar día y horario; lo mismo con las charlas; pero ellos eran quienes preparaban las preguntas, porque en realidad ellos son los que tienen la mayor cantidad de interrogantes.

Quizás en una clase de matemática tradicional, si vos les das un ejercicio, no te van a hacer 20 preguntas respecto del ejercicio, te pueden hacer una o dos; pero cuando son temas que a ellos sí les interesan, ahí se pueden explayar y son ellos en su mayor naturalidad. Era todo muy espontáneo; yo tenía con ellos los martes y los jueves y de un martes a un jueves, cuando volvía, tenían otra cantidad de cosas más para hacer, ideas para sumar, siempre con ganas de poder  difundir el proyecto. Los chicos fueron solos a todas las escuelas secundarias. Yo no los podía acompañar. Yo los ayudaba a armar el material, pero iban solos, dos o tres chicos en horario extraescolar, a darles charlas a otros chicos de secundaria. Iban con un Powerpoint que lo armábamos en clase, se aseguraban que en la escuela a la que iban haya un proyector y llevaban dos o tres afiches con imágenes. Iban solo los dos expositores, practicando para lo que después tenían que dar cuando expusieron en Feria de Ciencias. Iban de escuela a escuela, daban una charla y les hacían hacer a los alumnos láminas concientizadoras sobre el tema.

Dejaron su rastro, dando a conocer lo que estaban trabajando, pero no por lo que estaban trabajando en mi clase, sino para dar a conocer esta problemática social que existe, y que sigue existiendo después del proyecto también. Ellos no querían que quedara en un proyecto más de la escuela. Querían tratar de llegar a los que más pudieran.

UEM: Nazareno, ¿qué debates se daban al interior del grupo durante el proyecto?

Nazareno: Creo que se daban debates más de ideas o proyectos que de cosas en sí de lo que estábamos investigando. Por ahí lo que debatíamos era “estaría bueno hacer esto, o podríamos cambiar esto”, o sea, tema organizacional y cómo podía quedar mejor presentado el proyecto a la hora de exponerlo en la Feria de Ciencias, que era a lo que apuntábamos nosotros. Ese era el mayor debate, un tema de organización y de cómo armar el proyecto.

UEM: ¿Qué impacto tuvo trabajar esta temática vinculada a la cultura digital?

Nazareno: El impacto fue tremendo. Para mí, personalmente, para nuestro curso por lo que representaba, y después la movida que se armó; tanto en la ciudad, como dijo Yessi, por las charlas que íbamos dando en distintas escuelas, como asimismo la red social que nosotros armamos. Porque justamente estábamos hablando de redes sociales, y para tratar el tema desde adentro creamos una cuenta de Instagram con el nombre del proyecto, y fue tremenda la cantidad de seguidores que empezamos a tener con el paso del tiempo, a medida que publicábamos todos los pasos que íbamos haciendo, tanto cuando estábamos en Feria de Ciencias como cuando trabajábamos en nuestra ciudad en horarios extraescolares. Y hubo mucha gente que nos mandaba mensajes diciéndonos que les había pasado eso y que nos entendían, y que nuestra cuenta les servía porque se sentían apoyados, entendidos por una gran parte de gente, que esas cosas no se ven generalmente; o muchas veces esas personas no tienen la confianza de hablar con alguien y contar qué es lo que pasa; bueno, nosotros pudimos lograr eso en bastantes personas.

“Si el alumno no tiene ninguna pregunta en toda tu clase, significa que algo mal estás haciendo. Que yo les esté enseñando no significa que ellos estén aprendiendo”. (Yéssica)

Yéssica: Es fundamental. Si el alumno no tiene ninguna pregunta en toda tu clase, significa que algo mal estás haciendo. Si no logra involucrarse, es difícil que aprenda, porque que yo les esté enseñando no significa que ellos estén aprendiendo. Yo puedo ir dos, tres, cinco, veinte horas por semana con los alumnos, y si yo voy a copiar o a llenar el pizarrón, quizás aprueban un examen, pero no es la finalidad que tiene la escuela.

Obviamente que genera todo un cambio interno y una revolución, que creo que todos los docentes tendrían que hacer; porque vos entrás a un aula y tenés, en promedio, 25 ó 30 alumnos sentados, que pretenden que les enseñes algo; los chicos tienen ganas de aprender, el tema es que uno tenga también esa motivación de querer enseñarles algo para que ellos aprendan, no con la mera función de solamente enseñar. Yo creo que hoy en día se necesita mucha vocación, que no la hay tanto. Profesión no es lo mismo que vocación.

A nosotros nos llevó un montón de tiempo, particularmente a mí, destinado a un proyecto que amé, que me encantó, además del vínculo que se crea con los alumnos, que creo que es indispensable. Si uno no tiene un buen vínculo con sus alumnos, no puede generar nunca nada. Yo creo que se trabaja así dentro del aula. Uno tiene que tener un buen vínculo. No te digo que vamos a terminar siendo amigos, pero hay que crear un buen vínculo para crear un aula sana, porque dentro de un aula sana pueden pasar cantidad de cosas, y todas muy buenas, te aseguro que son todas positivas, no saqué nada malo de ese año. Hay algunos que se involucran más, otros menos, pero eso sucede con todas las áreas curriculares, no solo con matemática.

“LOS CONTENIDOS DEL DISEÑO CURRICULAR SON PRESCRIPTIVOS; UNO LOS PUEDE IR

ACOMODANDO EN BASE A LO QUE A LOS CHICOS LES INTERESA Y EN BASE

A LA ACTUALIDAD”. (YÉSSICA)

Yo me refiero más que nada a mis áreas, que son quizás “las más fuertes”, las de exactas, que a veces los chicos les tienen cierto resquemor, por así decirlo, donde vos al chico le podés hacer ver de qué manera lo va a poder utilizar en su vida, y ahí es donde el alumno se interesa y pregunta. Si vos salís de la clase, después de dos horas, y el alumno no te hizo ninguna pregunta… algo te tiene que movilizar, aunque sea un poco, y ahí es donde uno tiene que cambiar sus prácticas; decir, bueno, no es por este lado, la clase que di hoy no la tengo que volver a dar más, tengo que volver a la clase siguiente cambiando la mirada y fijarme qué es lo que les interesa a ellos. Obviamente, cuando ellos se engancharon dije “y con todo lo que tengo planificado, ¿qué hago ahora?” Bueno, no importa lo que tengo planificado ahora, ya está, empiezo de cero, que es lo que ellos quieren trabajar. Obviamente, quizás no podés trabajar siempre con lo que a ellos les interesa, pero podés llevarlo para ese lado; si bien hay contenidos específicos que uno ya sabe que tiene que dar por un diseño curricular, pero los contenidos del diseño curricular son prescriptivos; uno los puede ir acomodando y dándolos en base a lo que a los chicos les interesa y en base a la actualidad. No podemos seguir trabajando con libros de hace 30 años que ya no sirven para la escuela secundaria de hoy.

UEM: Yéssica, vos trabajaste con otrxs compañerxs tuyxs de otras materias. Me gustaría que cuentes un poco acerca de eso.

Yéssica: Trabajamos con una colega, Karina Peralta, que era profesora de NTICS, el área de tecnologías. Con ella pudieron diseñar los folletos que los chicos después entregaban en Feria de Ciencias, como así también logos e imágenes para la página, para postear y demás. Con ella crearon  todos esos contenidos en sus horas de clase. También trabajaron con Rogelio Díaz, que lo tenían de profe en una materia de ciencias sociales. Con él realizaron el análisis FODA del proyecto; qué fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas tenía. Fue con el que más nos involucramos, porque al ser del área de ciencias sociales nos podía dar una gran mano en la parte del contexto histórico.

“No éramos conscientes de la magnitud de nuestro proyecto y lo que estaba generando. Fue una experiencia única”. (Nazareno)

UEM: ¿Qué te sumó haber pasado por esta experiencia, Nazareno?

Nazareno: Fue único. Como dijo Yessi, yo creo que ella, al llevarnos a nosotros hacia el lado que nos interesaba, y presentar un proyecto de esta magnitud, logró salir un poco del sistema tradicional de lo que es la escuela. Yo ahora te puedo llegar a decir las emociones que me generó y las enseñanzas que me dio, porque en el momento no me di cuenta, pero fue tremendo. Nosotros lo hicimos con un entusiasmo terrible, pero hay una realidad y es que nunca imaginamos llegar adonde llegamos y a tener la repercusión que tuvimos. Por eso destaco que fue muy espontáneo y lleno de sorpresas, en el sentido de que nosotros pusimos la mejor voluntad, Yéssica puso un montón de tiempo y dedicación, al igual que nosotros, y en cada exposición nos sorprendíamos de cómo iba saliendo mejor. Y a la hora de presentarnos en la fecha de Feria de Ciencias, cuando íbamos pasando de una instancia a otra, era algo que no lo esperábamos. Creíamos que había proyectos mejores que el nuestro. No éramos conscientes de la magnitud de nuestro proyecto y lo que estaba generando. Fue una experiencia única.

Congreso Pedagógico de Educación Secundaria

JUVENTUDES, CULTURAS DIGITALES Y ESCUELA SECUNDARIA

Bajo la coordinación de Sandra González, Subsecretaria de Formación Docente del SUTEBA, la Mesa temática Nº 1 abordó los desafíos para el trabajo docente en el retorno a la presencialidad.

El espacio contó con la exposición de la profesora Mariela Carassai y se presentó la experiencia “Tejiendo redes”, llevada adelante desde 2019 en la Escuela Secundaria 20 de San Fernando con la participación de toda la comunidad educativa.

La disertación de Mariela Carassai

Revalorizó la experiencia de SUTEBA y de CTERA por la lucha contra el neoliberalismo en los 90. En ese sentido, destacó que el discurso neoliberal criminaliza el lugar del docente.

Subrayó que hay que hablar de juventudes, en plural; se refirió al proyecto de extensión de la UNQ, “De sexo sí se habla”; y habló sobre el reconocimiento de la diversidad, la disidencia.

También dijo que no se debe tomar la edad cronológica como elemento constitutivo de lo que se considera juventud, ya que esa definición deja por fuera todo lo que no se ajusta, excluido o etiquetado.

Los estigmas operan fuertemente en el formato escolar. Y al mismo tiempo la escuela puede ser donde se aloje eso que no se aloja en ningún lado. Por ejemplo, el proceso de transición de género de Nicolás (en una escuela de Región 4), que no podía aún compartirlo con su familia.

La definición de juventudes debe tener un anclaje en lo cultural y los consumos culturales, sobre todo con la tecnología.

Afirmó que hay un conocimiento exacerbado que tienen les jóvenes con respecto a la tecnología,  que puede hacer que los docentes nos sintamos en desventaja. Aunque también aclaró que el manejo en el uso de la tecnología no garantiza un consumo crítico y reflexivo, puede ser un consumo pasivo y receptivo.

En ese sentido, consideró que lxs docentes “debemos comprender cómo son esos consumos y perder el miedo a las nuevas tecnologías, en lugar de evitarlas”.

Intervención de lxs docentes

– Es muy importante la intervención del/la docente, realizando una mediación de las tecnologías, interpelando el uso y convirtiéndolo en algo propositivo con respecto a su lugar en los procesos de enseñanza y aprendizaje.

– Las tecnologías no deben ser consideradas como un fin en sí mismo, sino tomarlas  como un andamiaje, sobre todo en el contexto de la continuidad pedagógica.

– Tomar los productos de la tecnología como oportunidad para los procesos de enseñanza y que resulten en un aporte significativo.

– Dejar de lado la división entre nativos e inmigrantes digitales, especialmente por su organización dicotómica.

– La utilización de las tecnologías no se garantiza por su mero uso, sino por la mediación de lo tecnológico en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Relación entre tecnologías y educación

– Reconocer la tecnología como artefacto cultural, con la carga de sentido común que eso implica.

– Interpelar y conocer los productos culturales, incluso los aportados por lxs estudiantes a partir de sus consumos.

– Partiendo de los consumos culturales podemos llegar a pensar muchas cosas, como las formas de participación de lxs estudiantes.

– Lxs docentes debemos incorporar una mirada atenta, para tomar las cuestiones que circulan y lxs estudiantes incorporan cuando se les da la palabra.

– En la pandemia traccionó muy fuerte que el uso era suficiente para considerar integración de la tecnología, pero solo hay integración cuando tiene un objetivo, que sea crítico, y que uno no deposite en el recurso el desarrollo del contenido o la intencionalidad. NO puede el recurso ser el abordaje del contenido.

– Mirada relacional de las tecnologías en contraposición a la mirada tecnocrática. 

– En pandemia se evidenció una brecha tanto en estudiantes como en docentes. La brecha digital se disminuye cuando las tecnologías se integran a los procesos de enseñanza y aprendizaje.

– Aplicar sobre los artefactos culturales una mirada crítica y emancipadora. Reflexión propositiva, con una finalidad política de la intervención. El/la docente carga de contenido propositivo y político su intervención.

– También tomar la tecnología como objeto de estudio y reflexión, como medio de expresión y producción, como modo de gestión del conocimiento. Siempre en función de objetivos pedagógicos.