PEDAGOGÍA DE LA MEMORIA: UNA HISTORIA DE ESTUDIANTES SECUNDARIXS

Docentes y dirigentes del SUTEBA distrital nos cuentan la iniciativa que viene desarrollando el Instituto Superior de Formación Docente 39 para mantener viva la memoria sobre la desaparición de siete estudiantes del ex Colegio Nacional y Comercial de Vicente López durante la última dictadura cívico militar.

Por Florencia Riccheri

Utopías en Movimiento: Vamos a comenzar presentando el proyecto…

Oscar Edelstein: Empiezo yo, porque de alguna manera contengo la memoria de todo el proyecto. Soy profesor del ISFD 39 en materias de historia, y soy Secretario de Políticas Culturales y Ambientales del SUTEBA de Vicente López. Quiero comenzar diciendo dos cosas concretas de la experiencia nuestra. La primera es que como Instituto nosotros no estábamos siempre en este edificio, llegamos en 2005, a lo que era el Colegio Nacional y Comercial de Vicente López, una historia que yo personalmente conocía de la época de los 70. Y en el 2006, cuando se realizaron las actividades, tanto políticas y culturales como pedagógicas y educativas, de los 30 años del golpe, discutimos, aula por aula en el Instituto, qué actividad íbamos a realizar. Y mi propuesta, que fue la que finalmente quedó, fue recuperar la historia de los estudiantes de ese edificio donde recién llegábamos. Lo primero que hicimos fue entrevistar a las autoridades de la escuela secundaria para coordinar la acción, cosa que nos fue imposible. La institución lleva, como problema, como carga, como responsabilidad, el secuestro y la desaparición de siete estudiantes secundarios.

Y ahí creo que está el dilema. Esta institución no resuelve eso. Lo deja, en algún punto, más chiquito, más acotado, y en lo posible lo ignora. Entonces, las dificultades empiezan muy tempranamente, desde las primeras inquietudes desde el Instituto, y me parece que eso es lo que nos ha marcado.

Y me parece que hay hoy, en el presente, compañeros y compañeras docentes, que no tienen registro de que esta actividad nosotros no la queríamos hacer separados, no la apropiamos, siempre la quisimos hacer en conjunto con la escuela secundaria. Y hoy en día sienten que les estamos invadiendo un espacio que les es propio.

Yo fui compañero y amigo de algunos de los estudiantes desaparecidos, cuando era chico. Fui profesor de la escuela secundaria en dos momentos distintos; y volví, no por decisión propia, sino por estas mudanzas del Instituto, después de 30 años. Mi recorrido fue absolutamente azaroso. Yo en ese momento ya había dejado de ser docente del secundario, estaba trabajando en distintas sedes del Instituto, y finalmente las autoridades del Instituto deciden tratar de concentrarse en una sede, que fue justamente esta escuela. Y así volví. Mis hijas fueron a esa escuela.

UEM: Las memorias del pasado reciente implican siempre memorias en conflicto, donde cada uno interpreta y en cierta forma es portavoz de un sector que interpretó esa realidad de una determinada manera.

Vos, Maru, ¿cómo te incorporás a este proyecto?

María Eugenia Míguez: Yo soy la actual Secretaria de Educación del SUTEBA Vicente López y profesora en el ISFD 39. Yo me incorporé al Instituto en 2016 y a partir de ahí conozco este proyecto que se llama Pedagogía de la Memoria. El tema de la militancia por los derechos humanos nos atraviesa a todes de distintas maneras. En mi caso, yo fui a una escuela secundaria, el Nacional San Isidro, donde ya tenía una impronta muy fuerte por el tema de derechos humanos; después estudié Ciencias de la Educación en la Facultad de Filosofía y Letras, donde también por supuesto el tema de DDHH atraviesa la cultura institucional. Entonces, llego al Instituto, me incorporo al proyecto de Pedagogía de la Memoria y ahí lo conozco a Oscar.

El proyecto surge, como decía Oscar, en 2006 con distintas acciones, que desarrollamos generalmente en marzo y en octubre. En marzo conmemorando siempre el 24; y el 23 de octubre, porque fue el día en el que se llevaron a los siete estudiantes que menciona Oscar. No a los siete, porque hay una de ellas que fue desaparecida un año después. La historia de estos y estas estudiantes la pueden ver bien en el documental “Octubre 23, una historia de estudiantes secundarios”, en el que Oscar participó dando su testimonio.

Las actividades fueron diversas, entre ellas festivales. En uno de ellos, que realizamos cortando la calle Agustín Álvarez con autorización del Municipio, participó Adolfo Pérez Esquivel. Cabe aclarar que no solemos tener ningún apoyo del Municipio, no promueven ningún tipo de actividad, pero en estos casos, y creo que por una cuestión políticamente correcta, sí nos dan las autorizaciones que pedimos.

Además de los festivales, también hacemos colocación de baldosas. Nosotros las baldosas las colocamos en la actual Secundaria 6, y allí los diálogos con quienes integran el equipo directivo son tensos; sin embargo, esto se llegó a lograr a través de la militancia de profesores y también del sindicato.

Se busca que no sea solo un acto de la comunidad educativa sino de toda la comunidad de Vicente López recordando a estos estudiantes. Arrancó con los siete nombres y después, a partir de un proceso de recuperación de la memoria que se fue haciendo con la Comisión por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Zona Norte, Barrios por la Memoria y distintos organismos, aparecen otros nombres como estudiantes que quizás pasaron por la institución y después fueron a otra, que egresaron antes. Hay todo un trabajo por recuperar los y las estudiantes que pasaron por allí, y así fue que se incorporó otra baldosa y otra más. Y cuando colocamos las baldosas también se hace un acto importante.

Es importante remarcar que fueron varias acciones que fuimos construyendo, sobre todo con iniciativa del ISFD 39. Pero hay docentes que comparten también, porque por ejemplo una compañera docente nuestra trabaja en la Secundaria 6 y también en el Instituto 39, hay docentes del distrito que también están allí; entonces fue a partir de esto que pudimos ir recuperando estos nombres, haciendo festivales. Y lo último que hicimos fue la colocación de placas con los siete nombres en las aulas que están en el edificio de la Secundaria 6, y que nosotros como profes del 39 utilizamos en el turno vespertino. Y allí están colocados en cada una de las aulas los nombres de estos siete estudiantes detenidos desaparecidos.

UEM: Pensaba en que más allá de las acciones, cómo a partir de estas actividades esto va generando una trama colectiva, como que va quedando un saldo acumulado de todo esto, más allá de la impronta que quede grabada donde sea, sino que se construye una trama. ¿Cómo es eso?

Paula Sosa: Yo soy Secretaria General Adjunta del SUTEBA Vicente López. Este recorrido lo vengo acompañando desde otros lugares. Ahora me toca desde el SUTEBA, pero en realidad tengo familia directa mía que fueron compañeros de muchos de los chicos que fueron desaparecidos. Mi marido y mi cuñada, egresados de esa escuela y de esa época. Así que todo este proceso que Oscar relataba lo he ido acompañando desde otros lugares, y ahora me tocó acompañar desde el sindicato. Lo que me parece en esto de las tramas, primero que no hay nada lineal. Sin duda vamos avanzando, pero también sentimos en muchas oportunidades que no todo lo que quisiéramos. Se van logrando pequeños pasitos, a veces se dan pasitos para atrás, no logramos interpelar todo lo que quisiéramos a la comunidad de la Secundaria 6.

Sí, por supuesto, se fueron gestando cosas, como que en los comienzos no participaba de ninguna manera la Secundaria 6, solo participaba el Instituto, y de a poco fue esto que mencionaba Maru de que un día se hizo en la puerta; ahí hubo una fuerte decisión política de quienes estaban de Inspectores en ese momento, y empiezan a jugar más fuerte organizaciones políticas y sociales del distrito que también se empezaron a involucrar y no quedó solo en lo que es la comunidad del 39, con sus docentes y sus estudiantes, sino que empezó a abrirse.

Y con respecto a lo de las tramas, creo que hoy ya es una movida que ya se sabe que en octubre esto se conmemora, se recuerda. La verdad, no todo lo que quisiéramos con la 6, pero este año se dio un proceso interesante ahí, por decisión política, que vino el Ministro, con indicaciones muy claras.

No hay nada lineal. Sin duda vamos avanzando, pero también sentimos en muchas oportunidades que no avanzamos todo lo que quisiéramos”

Y lo digo porque también hay que caracterizar al distrito. Esto es Vicente López, es un distrito que no es afín a estas políticas, y los docentes no están alejados de eso, son parte de los vecinos que votan políticas que no son las que nosotros defendemos. Por lo tanto es muy difícil llevarlo adelante. Y la verdad es que también ha generado en muchos compañeros cierta frustración, porque no se logró interpelar todo lo que queríamos.

En el mismo momento que estaba el Ministro de Educación, Taty Almeida, estaban todas las autoridades provinciales haciendo el acto, desde el Instagram de la escuela estaban publicitando una salida educativa en vivo en el Municipio. Existen estas contradicciones. Así como cada vez se van involucrando más personas, se van ampliando estas redes, pero esto no es lineal. Tenemos avances y a veces retrocedemos. Y en ese trabajo de hormiga vamos logrando instalar esta política de memoria que queremos llevar adelante.

Vicente López es un distrito que no es afín a estas políticas, y los docentes no están alejados de eso, son parte de los vecinos que votan políticas que no son las que nosotros defendemos”

UEM: ¿Cómo lo viven lxs estudiantes?

Nicolás Hammerer: Soy estudiante de la carrera de historia del Instituto 39. Ingresé al Instituto en 2018; sin embargo, me quiero retrotraer al año 2016, cuando en un trabajo de investigación de sociología, para la secundaria, decidí investigar sobre la dictadura en Vicente López. Con la profesora hicimos una salida educativa en la que recorrimos distintos lugares donde se encuentran placas. Recuerdo el Nono Lizaso, el Integral de Munro, el Ceferino, y llegamos a la Media 6. Quedó un lindo trabajo grupal.

La vida me llevó dos años después al Instituto, a la carrera de historia, en el que conocí a un grupo de compañeros con un sentido de militancia y de sentimiento por la defensa de los derechos humanos, lo cual a mí también me toca personalmente porque tengo familia de Chile, militantes del Partido Comunista, exiliados por la dictadura de Pinochet. De hecho mi abuela es chilena y yo estoy acá porque mi bisabuelo tuvo que exiliarse, y así mi abuela conoció a mi abuelo.

Y en el año 2018, frente a la desidia de la gestión anterior, decidimos autoconvocarnos para manifestar nuestros derechos como estudiantes. Debido a unas internas, a una falla de comunicación con otros estudiantes, decidimos dejar de ser autoconvocados y formar una agrupación, que se llamó La Falcone, en homenaje a María Claudia Falcone, una de las desaparecidas de La Noche de los Lápices. Nos presentamos a elecciones del Centro de Estudiantes, en las que perdimos por 12 votos; hicimos un trabajo muy grande, le pusimos mucho cuerpo, no teníamos las herramientas que tenía la otra agrupación, no teníamos la herramienta política, más allá de tener siempre la ayuda de los profesores que están aquí presentes, que siempre estuvieron, y tratando de aportar desde nuestro lugar como estudiantes.

En 2019 decidimos cambiar el nombre de la agrupación y formamos Octubre 23, en homenaje a los estudiantes desaparecidos del ex Nacional de Vicente López. Como dijo Maru, participamos en octubre de 2019 en ese festival en la calle al que asistió Pérez Esquivel; ahí hicimos la colocación de las baldosas también.

Decidimos dejar de ser autoconvocados y formar una agrupación, que se llamó La Falcone, en homenaje a María Claudia Falcone, una de las desaparecidas de La Noche de los Lápices”

Me quiero quedar con algo puntual de ese día que me tocó a mí vivirlo, frente a esto de que las autoridades de la Secundaria 6 tratan de no involucrarse de lleno; ese día llegó al festival el Centro de Estudiantes de la Media 6; se nos acercaron a nosotros y estuvieron muy comprometidos, estuvieron sacando fotos, subiéndolas a las redes sociales, activando, movilizando e invitando a los estudiantes de la Media 6 para que vayan al festival.

Y eso me genera alegría, porque más allá de que hay un sector de las autoridades que intentan no involucrarse o invisibilizar estas situaciones, seguimos notando un grupo de estudiantes, de adolescentes, de jóvenes que están comprometidos y sienten de verdad esta causa, y desde su lado aportan muchísimo. Eso me parece muy valorable.

Después llegó la pandemia y el año pasado también nos tocó la colocación de las placas en el Instituto de los siete estudiantes. Y por más que es verdad que a veces parece que avanzamos un paso y retrocedemos diez, o a veces avanzamos diez y retrocedemos uno, todas estas actividades siempre invitan a pensar y a reflexionar, todo esto que hacemos, como también la reconstrucción del mural de la calle Agustín Álvarez, invitar a los estudiantes a que ayuden a pintar, todo esto ayuda a mantener viva la memoria, que creo que es lo fundamental; invita a las discusiones, obviamente discusiones sanas.

Sabemos que hay un sector con el cual ya ni siquiera se puede discutir, un sector muy negacionista. Pero todavía siguen vivas, y no creo que se mueran, esas discusiones y esas reflexiones sobre la memoria de nuestro pasado reciente. Y por eso me parece fundamental que se hagan este tipo de cosas, esta colocación de placas, que aunque parezca increíble en otros países parece impensado hacer esto, si pensamos en Brasil o Chile, hay muy poco de esta reconstrucción de la memoria del pasado reciente que sumergió a la mayoría de los países latinoamericanos a dictaduras catastróficas. Y en Argentina eso se mantiene, y eso me parece muy importante aclararlo y muy importante desde nuestro lugar; el trabajo de las Madres, de las Abuelas, de hecho vinieron también el año pasado al Instituto, estuvo Vera Jarach.

Sabemos que hay un sector con el cual ya ni siquiera se puede discutir, un sector muy negacionista. Pero todavía si-guen vivas, y no creo que se mueran, esas discusiones y esas reflexiones sobre la memoria de nuestro pasado reciente”

Como estudiantes del 39 tratamos de siempre invitar a los demás a participar, y cada año se van sumando más, a veces cuesta más, a veces cuesta menos, pero hay un núcleo que defiende esto a muerte y va a seguir para delante.

UEM: Más allá de lo que queda como producto, lo que es riquísimo es todo esto que vos contás como proceso, todas las transformaciones que uno va viviendo en el proceso de construcción. Y con respecto a lo que decía Paula, cuando yo planteaba lo de la trama, me refería a eso, a la escuela más allá de la escuela; cómo eso va enlazando y va produciendo la vinculación con otros que ustedes contaban, de otros actores sociales que rodean la cuestión de la memoria y de la defensa de los DDHH. No sé si Daniel quiere contar algo de la secundaria…

Daniel Villalba: Yo soy Secretario de Formación Política y Sindical del SUTEBA de Vicente López, y profesor de historia en la Secundaria 6 desde 2011. Retomando lo que planteaban los compañeros y las compañeras, hay toda una disputa dentro de lo que es la política de la memoria, no solamente en la escuela específicamente, que es más una regla que una excepción en este distrito. Yo diría que casi todas las escuelas secundarias y técnicas tienen esta perspectiva; pero la 6 tiene esta carga simbólica de haber sido el Colegio Nacional de Vicente López con ex estudiantes detenidos y desaparecidos.

Por ejemplo, yo también trabajo en la Secundaria 2 de Vicente López, en Villa Martelli, otro barrio de nuestro distrito, una barriada popular, que no está tan en el centro; y ahí tenemos en nuestro colegio un docente, profesor de geografía, Carlos Gudano, detenido desaparecido en el 76, y una estudiante, Alicia Cheves, en el 77.

Pero más allá de eso, creo que lo que hay que seguir trabajando es la articulación secundaria con los institutos, es la formación. Acá tenemos a un compañero estudiante de la carrera de historia, futuro docente, que son los que necesitamos que puedan dar esos debates, esas batallas, para poder intervenir dentro de los colegios secundarios de nuestro distrito. Lo que veo, hablando de las tramas y de las organizaciones, es que hay mucha fragmentación, y en ese sentido, lo que se termina haciendo son actividades aisladas que no se pudieron concatenar.

Recuerdo, como decía Nicolás, que justamente en 2016, a 40 años del golpe de Estado, se logró hacer una jornada en la Secundaria 6, donde se trabajó la política de la memoria, saliendo al patio, se hizo una muestra. Sin embargo, eso no pudo tener continuidad, por diferentes razones, y eso es lo que creo que hay que trabajar mucho, tanto en ese colegio como en el resto de las escuelas secundarias. Trabajar esa continuidad, que no se pierdan proyectos.

También la veo ahí a Paula, que fue directora de la Escuela Secundaria 5, donde se trabajó muchísimo el proyecto de derechos humanos. Eso fue más un proyecto institucional, que a veces, los directivos o un grupo de docentes con experiencia o con años en los colegios pueden desarrollar. Y si no se hace todo muy a pulmón, y el riesgo es que cada generación que viene nueva, pierda esa continuidad, ese hilo de seguir pensando y disputando el sentido. Porque creo que la política de la memoria no es solo el recuerdo de una efeméride, sino la disputa y la intervención política sobre los sentidos que esa dictadura quiere imponer: olvido, individualismo…

Veo que hay mucha fragmentación, y lo que se termina haciendo son actividades aisladas que no se pudieron concatenar. Hay que trabajar en la continuidad, que no se pierdan proyectos”

Jorge Pérez: Soy Secretario de DDHH del SUTEBA de Vicente López. Yo quiero agregar la pata sindical de todo este trabajo, de lo que tienen que ver los DDHH para Suteba a nivel provincial y en el distrito. A nivel provincial tanto CTERA como SUTEBA se constituyen sobre la base de Memoria, Verdad y Justicia. El Secretario General de CTERA, Isauro Arancibia, es desaparecido la misma noche del golpe del 76, así que cuando se conforma el SUTEBA se deja una silla vacía en homenaje a los compañeros maestros, maestras y docentes desaparecidos de todo el país.

Les voy a pasar un enlace que lanzó la Secretaría de DDHH Provincial el año pasado, con todos los trabajadores de la educación desaparecidos, que es un mapa interactivo. (VER ENLACE)

Con Oscar y con Daniel lo estuvimos chequeando y sumando algún aporte, de docentes del distrito que todavía no estaban registrados. Es una tarea constitutiva, es parte del ADN de nuestro sindicato.

https://rutevte.suteba.org.ar/

Muchos compañeros y compañeras fueron impulsando tanto estas tareas como otras de Jóvenes y Memoria, llevando a los estudiantes a los encuentros de JyM, haciendo murales en la escuela y abriendo el camino frente a una conducción que daba la espalda o que era directamente negacionista.

Pero por este camino, y obviamente por las políticas sindicales y partidarias que se llevan adelante, se consiguió instalar un Gobierno que nos escuchó y que hizo que el año pasado el ministro de Educación se presentara en la escuela junto a Taty, para decir 30.000 compañeros desaparecidos, presentes, con la directora ahí de pie repitiendo también eso que para nosotros es parte de un ritual, saber que los compañeros están presentes, y marcando muy fuertemente que los actos no se harían nunca más en la calle sino ahí adentro, que era donde correspondía.

Así que me parece que es muy importante la labor del SUTEBA. Yo en este momento estoy en la Secretaría pero los compañeros y compañeras que están acá presentes son parte también del trabajo que se llevó adelante, articulando con otros actores lo que fue la colocación de las placas y marcando un hito en el distrito.

Y esa es como otra de las partes de este tejido que decía también Paula. Y otra parte importante que siempre lo observé cada vez que fui a los actos, a los encuentros que se realizaban, es la comunidad tan particular también, así como sabemos que tenemos muchos votantes de derecha, también tenemos muchos talentos, muchos actores, Soledad Villamil, Diego Frenkel, ex alumnos del Nacional que estuvieron presentes, entre otros, en distintos actos. Todo eso nos da fortaleza y riqueza, y por algo nuestra zona norte y Vicente López, siendo un distrito tan pequeño, carga con tantos desaparecidos y desaparecidas. Creo que había un acervo cultural, de lucha, de conciencia, que hizo que se ensañen tan especialmente con nosotros.

Así que tarea también de nuestro sindicato es llevar adelante esta lucha, que de a poco, año a año, se pudo ir avanzando. Estuvo presente Miss Bolivia también, cuando fue la colocación de las placas. De a poco se fue construyendo este relato que en definitiva lo que quería hacer era llegar a los más jóvenes. Ahora, con la película “Argentina 1985”, vemos cómo los pibes vuelven a preguntarse si eso pasó acá, si es este país, cuando uno de golpe no entiende cómo puede ser que crezca tanto la derecha, figuras como Milei.

Nosotros esa parte de la historia ya la conocemos y salimos cada 23 a la noche a hacer el siluetazo, pero sin embargo no hay que olvidarse de seguir empezando desde el principio cada vez, porque las nuevas generaciones también llegan con sus preguntas y llegan a conocer todo. Por el lado de la copa medio llena, cuando Argentina 1985 gana el Goya en España, la persona que les entrega el premio les dice: “qué envidia que los dictadores de la Argentina murieron en una cárcel y los de aquí murieron en sus casas tan tranquilos”.

Así que bueno, creo que es parte de este trabajo, de esta lucha, y para nosotros es parte de la construcción de cada día.

Ahora, con la película “Argentina 1985”, vemos cómo los pibes vuelven a preguntarse si eso pasó acá, si es este país…”

UEM: Algo que quieran agregar…

María Eugenia: Quisiera agregar que para el Instituto 39 todo lo que se fue trabajando, desde festivales, colocación de baldosas, restauración del mural, es parte de una política de formación. No es algo que queda solo en manos de algunos o algunas profesoras, sino que desde el equipo directivo se promueven todas estas acciones, que, como ya comentamos, tensionan con la Secundaria 6 porque compartimos el edificio, pero lo que pretendemos también es tensionar la formación docente.

No es solo hacer un acto, como bien decía Daniel, conmemorando el 24 de marzo y el 23 de octubre, sino que es una movilización por la memoria que implica una política activa de formación docente. Si bien somos un grupito los que trabajamos en Pedagogía de la Memoria, siempre ese grupo se va abriendo, cada vez son más los compañeros y compañeras que participan y que van aportando ideas.

Es una política del Instituto, que es importante y hay que destacarla, porque ya vimos que no todas las instituciones la tienen.

Para el Instituto 39, todo lo que se fue trabajando, desde festivales, colocación de baldosas, restauración del mural, es parte de una política de formación”

UEM: Pasó a formar parte de la identidad y de la cultura institucional, más allá de los lineamientos curriculares, que algunas instituciones lo hacen carne y otras no…

Oscar: Quiero subrayar, porque a veces no se toma debida cuenta de lo que estamos conmemorando, de la construcción de memoria que estamos haciendo, que se trataba de estudiantes secundarios, no de ex estudiantes. Es decir, estudiantes secundarios desaparecidos a los que vinieron a buscar directamente a la escuela. No fueron secuestrados en la escuela, pero los vinieron a buscar a la escuela. Hubo otros casos, el más paradigmático fue el de La Noche de los Lápices. Y podríamos hacer una reflexión sobre la construcción de la memoria de este caso, de por qué no ha tenido el mismo impacto, la misma trascendencia que otros casos de estudiantes secundarios desaparecidos. No por otra cosa, simplemente porque ha quedado, aun en el barrio, invisibilizado.

Hay gente que vio el documental y dijo “¿Y cómo no me enteré?” 40 años después te dicen eso. Es increíble”

LXS 7 ESTUDIANTES DESAPARECIDXS DEL NACIONAL

DE VICENTE LÓPEZ

María Zimmerman

Leonora Zimmerman

Eduardo Muñiz

Gerardo Szerzon

Pablo Fernández Meijide

Leticia Veraldi

Liliana Caimi

ENTRE MEMORIA E HISTORIA

El pasaje de la memoria a la historia obligó a cada grupo a redefinir su identidad por la revitalización de su propia historia. El deber de memoria hace de cada uno el historiador de sí mismo.

El imperativo de historia superó, por mucho, al círculo de los historiadores profesionales.