MÁS DEMOCRACIA, MENOS CONFLICTOS

La reformulación del Acuerdo Institucional de Convivencia (AIC) en la ES 18 de Hurlingham impulsó la participación de lxs estudiantes y un trabajo colaborativo junto a docentes y directivxs. Involucrarse, ser parte de un espacio común, mejora la convivencia y reduce el nivel de conflictividad.

Por Florencia Riccheri

La democratización del gobierno de las instituciones contribuye a prevenir o a disminuir el conflicto. Para conversar sobre estas cuestiones y conocer el proceso de reformulación del AIC, entrevistamos a lxs profes Cristian Gasman y Florencia Barrionuevo y a la estudiante Romina Rojas.

Utopías en Movimiento: Nos gustaría que nos cuenten en qué escuela estamos y qué proyecto van a compartir.

Cristian: Estamos en la Escuela Secundaria 18 de Hurlingham, del barrio de Villa Club. Soy profesor de geografía, en 3ro y 5to año. Vamos a compartir el proyecto armado a partir de las jornadas de reformulación del Acuerdo Institucional de Convivencia 2023, y todo el proceso por el cual empezamos a debatir acerca de estos acuerdos, del 2022 y la reformulación.

Florencia: Trabajo en la institución hace varios años, con 2do, 4to y 6to año a la tarde, y también soy profesora de geografía. Yo estoy en varias escuelas, y se nota la diferencia de cómo se desarrolló la actividad acá. Participaron un montón de alumnos, entre ellos Romina, que nos acompaña.

Romina: Soy estudiante de 6to año. Me pareció bueno ese taller, ya que hubo un montón de personas, más los chicos, que pusieron sus inquietudes hacia la escuela, tanto como quejas y un montón de cosas más. Nos dimos cuenta que nos prestan atención más a los grandes, a los cursos más grandes que a los más chiquitos. Y nos pareció bueno, ya que pudimos escuchar a los más chicos, sus quejas, y propuestas más que nada también, para que todos podamos llegar a un acuerdo y convivir mejor.

También se habló sobre el tema del grooming (NDR: acoso sexual de una persona adulta a una niña, niño o adolescente por medio de internet) en nuestro colegio, ya que varias veces hubo bastante grooming. Y todos se pusieron de acuerdo en que hay que cortar eso, todos planeamos hacer un taller sobre eso, y explicarles lo que está bien y lo que está mal. Estando en secundario creo que tienen que saber más que nada lo que está mal. Me pareció perfecto, ya que tuvimos bastantes miradas y comentarios de todos los chicos del colegio, más que nada también para los profesores; que los profesores puedan también ayudarnos, las inquietudes de ellos, las dudas, las propuestas de los profes para ayudarnos a nosotros y que el colegio sea mejor para todos, alumnos, directivos…

Yo soy delegada de mi curso, y próximamente voy a ser vocal de una de las listas del centro de estudiantes.

UEM: ¿Cómo surge la convocatoria a la reformulación de los AIC?

Cristian: En primer lugar, baja una resolución provincial en la cual todas las escuelas de la provincia de Buenos Aires tienen que repensar los Acuerdos Institucionales de Convivencia. Un poco por la situación del contexto que se está viviendo en todo el país, pero en la provincia particularmente. Muchas situaciones de la pospandemia que dejaron derechos vulnerados en los adolescentes, en los niños, situaciones de violencia, conflictos dentro de las instituciones escolares; entendemos que bajar esa resolución fue una oportunidad para empezar a repensar, a replantearnos dentro de la escuela qué está pasando, cuál es la situación que están atravesando nuestros estudiantes, también nosotros como docentes, toda la comunidad educativa. Y a partir de esta bajada, el director de la escuela le plantea al equipo de orientación empezar a organizar la jornada. Justamente estábamos con el centro de estudiantes trabajando estas cuestiones. Yo el año pasado fui profe tutor del centro de estudiantes. Entonces, hablando con ellos, que están volviendo a hacer las listas para las elecciones…

Muchas situaciones de la pospandemia dejaron derechos vulnerados en los adolescentes, en los niños, situaciones de violencia, conflictos dentro de las instituciones escolares”

UEM: Te convocaron, y a Florencia también…

Florencia: Sí, yo me enteré por parte de Cristian y del director cómo se iba a llevar a cabo la jornada, que no era hablar sobre los AIC y nada más; sino que era una fecha, en un horario determinado, con actividades determinadas. Se dividieron los grupos, se organizaron actividades de acuerdo a los grupos, y después hicimos la reflexión, la puesta en común al final, en la que también participaron los padres. Fue bastante completa la actividad y se tocaron un montón de temas.

UEM: ¿Quién diseñó estas actividades?

Cristian: Fue en conjunto. Armamos un equipo de trabajo entre el equipo directivo, el equipo de orientación y algunos profes. Estaba también Juli Cuevas, que es profe de construcción de la ciudadanía. La quiero nombrar porque fue parte muy importante de esto.

La idea, en primer lugar, era hacer un diagnóstico de la situación en la que se encuentra la escuela, cuáles son las situaciones de conflicto que ocurren con más frecuencia; empezamos a hacer un diagnóstico de qué está pasando en el día a día en la escuela, y a partir de eso, esta actividad. El equipo de orientación aportó mucho, tenemos un EO que trabaja muy bien en esta escuela; las dos compañeras, Lorena y Sandra, están permanentemente pensando ideas, actividades para llevar lo que pasa en el contexto de la convivencia adentro del aula, eso me parece muy importante.

Entonces se pensaron actividades pedagógicas para llevar adelante en la jornada, que como bien decía Flor, iniciaban esos dos días de jornada con una reflexión grupal, un video-presentación de la problemática sobre la convivencia y un disparador para invitar a todos los actores, sobre todos los estudiantes, al debate.

La idea, en primer lugar, era hacer un diagnóstico de la situación en la que se encuentra la escuela, cuáles son las situaciones de conflicto que ocurren con más frecuencia”

Florencia: Sí, partamos de la base de que el AIC de esta escuela tenía una hoja nada más. Entonces había que hacer mucho trabajo. Y este espacio, que fue un viernes a la tarde, yo lo noté como súper necesario, directamente no alcanzó el tiempo, no llegamos a terminar; los chicos tenían mucho que decir. Se tocaron desde temas que tenían que ver con el horario de entrada, la vestimenta, cosas que sabíamos que iban a surgir, hasta cuestiones que tenían que ver con la identidad de género, de algunos chicos, chicas de acá de la escuela, cuestiones que tenían que ver con el tomar mate, como una situación de conflicto, de por qué no podían tomar mate si era algo que los representaba a ellos. Y así un montón de cosas que fueron surgiendo que después los chicos las plasmaron en un cartel y ellos mismos las presentaron al resto.

UEM: ¿Trabajaban por curso?

Cristian: Ese primer momento de disparador fue todo el colegio en el patio, con la charla del equipo de orientación, los directivos, algunos docentes, y después se metían dentro de cada aula, cada curso con su docente, y eran tres horas de trabajo, leyendo el acuerdo de convivencia del año pasado, esa hojita que había, y viendo qué falta, qué le agregarían. Lo que nos dimos cuenta es que en esta escuela faltaban, y los estudiantes lo manifestaron muy rápidamente, estos espacios de participación. Les dimos la voz a lo que querían decir. Yo estuve con Flor en el aula en 2do año ese día, y a los pibes y pibas de 2do año no les alcanzó el tiempo de todo lo que nos querían decir, todo lo que querían cambiar. Y nos dimos cuenta que fue un espacio maravilloso, los invitamos obviamente a la participación. Fue una instancia de profundizar en el fortalecimiento de los valores democráticos, nuestros 40 años de democracia. Surgió que ellos no se sentían escuchados por los adultos de la institución, ahí nos prendieron una alarmita muy importante. Salió el tema de la ESI, como decía Flor, y fue un tema que nos atravesó, y también la cuestión de la convivencia digital; el grooming fue un tema muy importante, y la convivencia digital en general.

Me pareció muy importante el aporte de los estudiantes, su mirada y las ganas de hablar que tenían.

Nos dimos cuenta que en esta escuela faltaban, y los estudiantes lo manifestaron muy rápidamente,

estos espacios de participación”

UEM: ¿Qué cosas planteaban?

Romina: Nosotros estamos planteando más sobre el tema de ESI, sobre el tema de la integración. También, como dijo el profe, ser más escuchados, ya que la mayoría de los profesores, al ser chicos, no le dan tanta importancia como tiene que ser; y me pareció bueno que los chicos puedan expresar lo que les pasaba con el tema de la convivencia; y todos llegamos a un acuerdo en la mayoría de los temas. La vestimenta, el mate, ayudar al colegio, nosotros que somos los más grandes. Hablamos con el director para crear nosotros talleres de grooming, bullying, ESI, para ayudar a los chicos, que tengan una ayuda tanto de los profes como de los estudiantes más grandes.

UEM: Y con respecto a la convivencia digital, ¿cuáles fueron las cosas que más te llamaron la atención?

Romina: Me llamó la atención más que nada que se hacían cuentas en Instagram insultándose mutuamente entre compañeros. Y una vez me tuve que meter a defender y a hacer en mi IG una publicación diciendo basta de criticar cuerpos, basta de decir a la gente gorda, flaca, fea, son cosas que pegan bastante. Yo lo digo por mi opinión personal y mi posición personal que sufrí de eso, y la verdad que a mí no me gustaría que otra persona sufra lo mismo. Estamos en pleno 2023 y las cosas cambian.

Y me pareció perfecto eso de hablar sobre el tema del grooming, del bullying, hacer actividades sobre eso. Son chicos grandes y saben que está mal, pero lo hacen con una intención. Entonces me parece bueno, siendo de sexto año, proponer talleres sobre estos temas y que ellos lo vayan implementando y vayan sacando eso de sus cabezas, de su vida cotidiana. Somos grandes, estamos en secundario, ya sabemos las cosas que están bien y las que están mal. Estuvo muy bueno que la mayoría de los chicos de 2dro y de 3ro también propusieron hablar sobre esos temas.

Hablamos con el director para crear nosotros talleres de grooming, bullying, ESI, para ayudar a los chicos,

que tengan una ayuda tanto de los profes como de los estudiantes más grandes”

Cristian: Sumando a esto que dice Romi, una de las reflexiones que se dieron después es esto de la desnaturalización del conflicto entre pares, tanto en el ámbito digital como en el ámbito territorial, acá en la institución, que se ve mucho. Y fue muy buena la reacción de los estudiantes, fue un planteo de ellos en realidad. Lo primero que tenemos que hacer es respetar las diferencias y llevarnos bien.

Romina: Igual, tanto en secundario como en primario hay ese tipo de brooming. Los chicos de primario está bien, son chiquitos y podemos cambiarles la mentalidad, diciéndoles lo que están bien y lo que está mal. Pero chicos del secundario es como que ya tienen que saber que criticar está mal, hacer sentir mal a una persona. El día que yo me metí a defender y a hacer esa publicación fue como que hizo consciente a más gente, ya que no solo lo estaba viendo gente del colegio sino de afuera, viendo cómo se criticaban chicas entre sí. Hugo, el director, se puso ahí en el medio, a controlar la situación, hablando en cada salón, explicándoles lo que pasa, porque después vienen los papás todos enojados a preguntar al director ¿por qué, por qué, por qué?, y es como que el director no tiene una respuesta.

Chicos del secundario ya tienen que saber que criticar está mal, hacer sentir mal a una persona”

UEM: ¿Cómo participó la comunidad en esa jornada?

Cristian: Se llevaron adelante estas reflexiones áulicas, se trabajó mucho en el aula, y en la última hora del encuentro se invitó a toda la comunidad educativa, a todos los padres, a participar, y ahí cada curso exponía lo que trabajó en el aula, se hacía un debate comunitario, con todos los actores involucrados, y hubo un ida y vuelta con las familias. Lo importante de esto es que plantea un desafío para los profes, y también contárselo a los colegas. Como profes, llevamos adelante la demanda, acordando también con los estudiantes sobre cómo resolvemos los conflictos en la institución. Y nos encontramos con que esta institución, además de tener un AIC de una hoja, desactualizado, que no incluía ESI, convivencia digital, cuestiones como el bullying, tampoco incluía la mirada de los estudiantes. No había CIC en la escuela, Consejo Institucional de Convivencia.

Acordamos con los estudiantes sobre cómo resolvemos los conflictos en la institución”

Entonces, el planteo de toda la comunidad educativa hacia la dirección fue que necesitamos un CIC ya para la resolución de conflictos. Y ahí viene otro tema que me parece interesante destacar. Obviamente el acuerdo entre los estudiantes, muchos estudiantes preguntando qué era el CIC; los docentes les brindamos las herramientas como para que adquieran ese conocimiento, y también inculcarles la participación, que se involucren, que participen. Se desarrolló la propuesta para conformarlo, y ahora, en una semana, vamos a hacer una actividad áulica para elegir democráticamente a los representantes del CIC, por curso, para que haya representantes de los estudiantes, de los docentes, del equipo de orientación, de la dirección, de todos los actores involucrados.

¿Cómo fue la mirada de las familias? Hubo mucho intercambio y lo más interesante fue ver cómo los estudiantes les contaban a sus padres. A sus padres no, a las familias, porque también dentro del AIC pusimos que había que dejar de hablar de padres y alumnos y empezar a hablar de familias y estudiantes. Los estudiantes contándoles a sus familias cómo se resuelve un conflicto con este nuevo acuerdo. Y que los conflictos ya no se resuelven punitivamente como ellos estaban acostumbrados. Los padres decían ¿cómo vamos a resolver este conflicto, cómo sancionamos…? Pero ahora estamos hablando de resolverlo de otra manera. Va a haber un cuerpo nuevo de personas que van a tomar una decisión y la resolución de ese conflicto va a tener una mirada reparadora, no la mirada punitiva de antes.

Acá se plantea un desafío, porque tenemos una mirada de los estudiantes que apoyan eso, pero también vienen con una mirada punitiva, porque fueron educados con otros conceptos. Pero nosotros planteamos que la respuesta tiene que ser formativa, que el estudiante tiene que aprender.

La resolución de los conflictos va a tener una mirada reparadora, no la mirada punitiva de antes. Planteamos

que la respuesta tiene que ser formativa, que el estudiante tiene que aprender”

Florencia: No se hablaba de sanciones sino de actividades que sean reparadoras, de reflexión. Pensar sobre lo que se hizo y tratar de que la próxima vez se haga diferente, incluir otras miradas. Salieron cosas muy positivas. La verdad que me quedé admirada, porque en otros colegios trabajar el AIC era leerlo, cada uno por su cuenta, y listo. Acá se trabajó a fondo y se incluyó a las familias.

Y los propios estudiantes les decían a sus familias “a mí me gustaría, antes de que tomen lista, que me pregunten cómo quiero que me llamen”. Es para destacar que los chicos se hagan escuchar en estas cuestiones de género.

Plantearon también el régimen de vestimenta, sin género. Por qué las chicas para gimnasia, para hacer la actividad física, pueden llevar calza o shortcito y los chicos bermudas, por qué no hacer una vestimenta sin género, decir ropa cómoda para hacer educación física, no clasificando shortcito, calzita o bermudas, sino ropa cómoda. Nosotros nos tuvimos que capacitar también para poder entenderlo y respetarlo, porque es una generación que está muy sensible y necesita ser escuchada.

UEM: Fue una jornada, un día de la semana. ¿Cómo se socializa eso con el resto de lxs profes?

Florencia: Acá en el colegio estamos bastante comunicados. Tenemos el grupo institucional de WhatsApp, otro grupo más de WA para compartir otro tipo de información. Tenemos redes sociales, en las que participan los profes, estudiantes y familias, y además el acta que hicimos donde se puede leer todo lo que se llevó a cabo. Las actividades propuestas las podían leer todos los profes porque las compartimos en el grupo, no era solo para los profes que les tocaba ese día. Además tuvo tan buena respuesta que después se replicó en otro día de la semana con los cursos que faltaban, porque ese día habían faltado dos profes, entonces se volvió a replicar otro día donde se hicieron las mismas actividades y que también tuvo muy buen resultado.

Cristian: Aparte esto tiene una reformulación constante, no está petrificado. El año que viene vendrá una nueva camada de primer año, se irá este sexto, habrá otros docentes y nuevos aportes. Esto habla también de una institución que tiene el adentro y el afuera como muy vinculados.

Vos, Romina, decías al principio que te sentías como en casa…

Romina: Sí, por el simple hecho de que puedo ayudar a los demás chicos y guiarlos un poco más con el tema, ya que me gusta estar ahí presente, saber, ayudar un poco. Como les dije, yo me ofrecí a ayudar a hacer los talleres de ESI y de grooming, también me puse como delegada, para ayudar a armar la lista del centro de estudiantes. Me gusta ayudar a los chicos y que estén dentro de todo guiados y con la ayuda de una persona grande, por sí decirlo, y que se sientan bien.

UEM: ¿Qué es para vos ser delegada?

Romina: Me siento bien siendo delegada, porque sé que estoy ayudando al colegio y a los demás chicos. “Che, Romi, faltan más mesas, ¿podés hablar con el dire?”, o una queja sobre un profesor, cualquier tipo de problema, y puedo ayudar al director también.

Y yo les transmito a los chicos que tengan una experiencia por lo menos. Los de primero están bastante comprometidos con el centro de estudiantes, de ayudar en un acto. Y me gustó verlos de esa manera.

Me siento bien siendo delegada, porque sé que estoy ayudando al colegio y a los demás chicos”

Cristian: Yo me acuerdo cuando hicimos la primera reunión con el centro de estudiantes. Estaban todos los delegados del turno tarde con el equipo de orientación, y les estábamos planteando cómo iba a ser esta jornada e invitamos a los estudiantes a armarla con nosotros. Y el centro de estudiantes dio su mirada, nos ayudó en la jornada, ayudó al profe a invitar a los estudiantes a que participen. Lo hicieron muy bien. Esto es lo que queremos, estas son las semillas que estamos sembrando en la escuela pública.

Florencia: El trabajar los AIC, los CIC, el centro de estudiantes, activamente en la escuela, ayuda a formar a estos chicos que son participativos, comprometidos, preocupados por lo que le pasa al otro. Los chicos se despiertan, dicen “esta es mi escuela, ¿en qué puedo ayudar, dónde soy útil?”. Fomenta todos los espacios de participación.

UEM: ¿Ustedes han participado en proyectos como Jóvenes y Memoria o Parlamentos Juveniles?

Cristian: Yo participé varias veces en Parlamento Juvenil, hicimos con ellos muchos modelos de Naciones Unidas, acá en Hurlingham hay un programa muy interesante, gratuito, que lo hace la Universidad de Hurlingham, y en Jóvenes y Memoria también.

Florencia: Yo, por demanda de los chicos, participo en proyectos institucionales, salidas educativas, el proyecto de ponerle nombre a la escuela, el de huerta; ahora vamos a hacer uno de reciclado, haciendo juguetes reciclados para la escuela primaria que funciona acá compartiendo el edificio. También me pidieron que los lleve a Mansión Seré, que ya fuimos pero quieren volver.

Cristian: Tenemos una próxima salida educativa con 5to y 6to a Concejales por un día, que es un programa del Concejo Deliberante de Hurlingham.

UEM: Con respecto a las condiciones de trabajo, ¿qué cosas les parece que tendrían que cambiar para que sea más factible llevar adelante este tipo de proyectos?

Cristian: Acá justamente la participación es algo que está bueno. Yo como profe fomento mucho la participación democrática. Creo que participando es como podemos cambiar las cosas, así como también soy delegado en el sindicato, participo en el gremio con mis compañeros organizando proyectos, me gusta participar con los estudiantes, movilizarlos. Pero me encantaría participar, de la misma manera que participo en esta escuela, en las otras escuelas que tengo y se me hace imposible.

¿Por qué? Porque estoy corriendo de acá para allá, porque necesito tener un salario para mantener a la familia. Yo tengo siete años de antigüedad y cuando empezás a trabajar no tenés 20 módulos en la misma escuela, que vas y volvés a tu casa tranquilo. Entonces, bueno, estás dando una clase acá, salís, te vas corriendo a otra clase, volvés a tu casa, planificás algo que te quedó pendiente, volvés a la otra escuela, corregís…

UEM: O sea que ahí hay trabajo por fuera de tu jornada laboral…

Florencia: Sí, todos los proyectos que hacemos los tenemos que planificar fuera del horario laboral…

Cristian: Necesitaríamos horas institucionales, por ejemplo. Me encantaría trabajar la mitad del tiempo que trabajo para poder brindarles el tiempo que se merecen mis estudiantes, pensar cuestiones de calidad educativa, y no andar a las corridas. Yo en esta escuela estoy más comprometido que en otra. Pero por qué mis estudiantes de esta escuela tienen la suerte de participar de un proyecto; y yo en otra escuela tal vez voy, doy mi clase de geografía, y cuando me tengo que comprometer digo, bueno, dale, me comprometo pero a medias, porque me tengo que ir a mi casa, tengo que corregir, tengo que hacer esto…

Y a mí me interpela mucho esta situación. Necesitamos horas institucionales y que con 20 módulos podamos vivir bien, que no tengamos que estar sobrecargados de horas. Creo que por ahí va el desafío que nuestro puesto laboral tiene hoy en día. Estos proyectos son muy buenos, sirven, tienen una buena respuesta en la comunidad, generan aprendizajes significativos, pero los profes necesitamos pensarlos y planificarlos como corresponde. No sé, Flor, si coincidís…

Florencia: Sí, igual que la concentración horaria. Concentrar horario en una escuela, como decía Cristian, cómo hacemos para comprometernos en tantas escuelas al mismo tiempo. Yo trabajo en cuatro escuelas nomás, pero hay profes que trabajan en siete…

Necesitaríamos horas institucionales. Me encantaría trabajar la mitad del tiempo que trabajo para poder

brindarles el tiempo que se merecen mis estudiantes, pensar cuestiones de calidad educativa y no andar a las corridas”

UEM: ¿Vos, Cristian?

Cristian: Ocho.

Florencia: Claro, en siete u ocho escuelas. ¿Cómo hacés para dividirte en ocho?

Cristian: Hay escuelas que voy los martes de 4 a 6 de la tarde. Y conozco la realidad de los martes de 4 a 6 en esa escuela, y lo que pasa el resto de los días no tengo idea, o me entero por el grupo, pero los grupos los leo así nomás porque estoy dando clases todo el día.

Por eso estamos en el sindicato, para luchar por una educación pública de calidad”