LA ESCUELA QUE QUIEREN LXS ESTUDIANTES

Vanesa Ramos, Secretaria de Comunicación del Suteba La Costa-General Lavalle, y Mariano Hernández, Secretario de Derechos Humanos, Políticas Culturales y Ambiente de la misma Seccional, coordinan el proyecto pedagógico «La Escuela que queremos. Participación del colectivo estudiantil». En esta entrevista nos cuentan los detalles de una experiencia original y enriquecedora, en la que más de 2800 estudiantes toman la palabra. Conectividad, ESI, Servicio Alimentario Escolar y acompañamiento de un/a adulto/a disponible, las principales preocupaciones.

 

Utopías en Movimiento: Me gustaría que nos comenten cómo surge y de qué se trata el proyecto.

Vanesa Ramos: Estábamos transitando uno de los encuentros preparatorios del Seminario Opciones de Organización Escolar del Nivel Secundario, y ahí apareció este proyecto que nosotros venimos trabajando desde el SUTEBA La Costa-General Lavalle, que arrancamos el año pasado cuando a nivel provincial el SUTEBA nos propuso, muy atinadamente, retomar las líneas de trabajo sobre LA ESCUELA QUE QUEREMOS, que son líneas de trabajo históricas de nuestro sindicato, y empezar a pensarlas en clave de territorio distrital.

Armamos un equipo con compañeras y compañeros de nuestra seccional, y empezamos a pensar esa escuela que queremos, ese proyecto político-pedagógico, cómo desarrollarlo en el distrito. Entonces, en estas charlas preparatorias que fuimos teniendo en agosto y septiembre apareció esto de la escuela que queremos desde la voz y la participación de los propios pibes del colectivo estudiantil de las escuelas secundarias del Partido de la Costa y de General Lavalle.

Pensamos que si nosotros queríamos abordar cuáles son los sentires, qué es lo que ellos necesitan, quieren, anhelan, qué escuela secundaria están queriendo, son ellos los que tienen que tener habilitada la palabra para poder hacerlo.

Empezamos en una primera jornada, que la trabajamos con docentes de todos los niveles y modalidades en el mes de octubre. Participaron más de 100 docentes en representación de cada una de las escuelas. Nosotros tenemos alrededor de 90 escuelas en total, tanto en La Costa como en General Lavalle.

Y ahí empezamos a perfilar el segundo encuentro, que tenía que ver con un proceso, no solamente el 30 de noviembre encontrarnos con los estudiantes, sino todo un proceso previo de cómo ir trabajando con esos estudiantes para que tengan habilitada la palabra en sus propias escuelas, a través de diferentes estrategias que ahora va a ir contando Mariano.

 

“Pensamos que si nosotros queríamos abordar qué es lo que ellos necesitan, quieren, anhelan, son ellos los que tienen que tener habilitada la palabra”

 

Y terminó siendo un trabajo con 2850 estudiantes de la matrícula. En segundo ciclo superior pudimos llegar a casi toda la matrícula, con 18 secundarias de ambos partidos, y con 21 docentes referentes, que son con los que también trabajamos previamente, en conjunto con los equipos de conducción. Acá tenemos equipos de conducción que están muy comprometidos con la vida institucional y con el quehacer de las escuelas, y además el 90 por ciento son afiliados a nuestro sindicato. Así que tenemos también esa llegada para poder articular, porque cuando pensamos la escuela que queremos la tenemos que pensar todos juntos.

Así como decimos que la tenemos que pensar con los estudiantes, y habilitarles la palabra, tenemos que pensarla también con todos los agentes, los protagonistas de la escuela, que son los equipos de conducción, los EOE, los docentes, los preceptores, que cumplen un rol fundamental en lo que respecta a entender al estudiante como un sujeto de derecho, y que ese derecho sea concreto dentro de la escuela. También en un trabajo articulado con el Inspector del nivel secundario que abarca a los dos distritos, y con las Jefaturas Distritales.

Lo que pensamos fue un proyecto pedagógico, pero con una mirada política-pedagógica respecto de estudiantes que tienen que tener habilitada la palabra a partir de la participación genuina, y nosotros poder, desde el sindicato, acompañar, y brindar espacios organizativos a través de jornadas.

Como te decía antes, fue muy importante esta propuesta de los seminarios con puntaje para docentes, específicamente el de opciones de organización escolar, porque para nosotros es una continuidad del trabajo que venimos realizando con todo este equipo que te decía de docentes, directivos, preceptores, bibliotecarios, del nivel secundario.

UEM: Además tiene que ver con cómo pensamos nosotrxs la formación, como una formación situada, donde se ponen en debate las experiencias y las realidades de las escuelas. Y ahí me parece que también, además de lo que vos mencionaste, en la realidad actual de la vuelta a una presencialidad plena en la escuela, hemos tenido políticas públicas y nuevos recursos en la provincia de Buenos Aires, que también se entretejen con esta trama, a través del ATR, del FORTE. ¿Cómo arman esa trama participativa?

Mariano Hernández: Hay una cuestión fundamental. Si planteamos desde un principio que podemos empezar a pensar la escuela que queremos, es porque decimos implícitamente que hay que transformarla y hay que tratar de salvar un montón de situaciones que no estaban bien. Para poder transformar la escuela y construir la escuela que queremos, debemos estar la mayor cantidad de agentes posibles, y la mayor cantidad de espacios. Por lo tanto, el planteo tenía que ser integral. Y la voz del estudiante es clave, como fue clave hacer toda una preparación. Porque decimos “bueno, que participe el estudiante”. Si lo van a hacer de una manera en la cual ellos van a decir y a comentar lo que les parece y se termina ahí, casi como una suerte de catarsis o de reclamo, no nos conduce a nada, no sería más que una simple jornada y pasarla bien.

Entonces, lo esencial era poder construir en las escuelas un proyecto que terminara en una expresión, que pudieran ser escuchadas y escuchados, pero también recibir algún tipo de respuesta. Es decir, la devolución de lo que los estudiantes plantean es esencial y clave. Primero, por una cuestión de confianza. Ellos tienen que tener la certeza de que lo que van a estar diciendo no va a caer en un saco roto. En eso estamos trabajando en este momento.

¿Cómo se dio el proceso? La pauta inicial era manejarnos dentro de un rango de libertad lo más amplio posible, sin ningún tipo de injerencia, sin intentar direccionar las respuestas que podían llegar a tener. Para eso fue fundamental hablar con los equipos de orientación, con los equipos de conducción, con docentes, en especial con las y los referentes, con el cuerpo de preceptores de cada escuela, que son los que tienen esa llegada directa (estamos hablando de nivel secundario). Y a partir de ahí, cómo es que íbamos a ingresar a cada aula para poder trabajar la expresividad de todxs y cada unx de lxs estudiantes.

 

“La voz de los estudiantes es clave. Pero si van a participar solo diciendo lo que les parece, casi como una suerte de catarsis, no nos conduce a nada. Lo esencial era que fueran escuchadas y escuchados, pero también recibir algún tipo de respuesta”

 

UEM:  Claro, cómo transformar la catarsis en propuestas…

Mariano: Si lo enmarcamos en el contexto en que estamos -saliendo de una situación muy compleja-, tenemos una necesidad de expresar lo que nos está haciendo sentir mal, aquellas cosas que no nos cierran, y que sabemos que queremos ir a otro lado pero a lo mejor no sabemos específicamente cuál es, pero sí sabemos que queremos ir hacia otro lugar. Y la mejor manera es hacerlo en forma colectiva.

Entonces, concurrimos al aula con esa propuesta, con unas urnas (una por escuela),  en las cuales esa respuesta individual de cada estudiante era anónima, pero posterior a una charla junto con alguien del equipo de conducción o de orientación de la escuela, y también con representantes de estudiantes, algunos referentes, o en el caso de algunos colegios tenemos centros de estudiantes, entonces era fundamental que ellos también nos dieran esa legitimidad necesaria de lo que estábamos realizando.

En la charla explicamos que buscábamos la libertad de expresarse, de plantear las carencias, las fortalezas y los proyectos. Así se hizo aula por aula en la mayoría de las escuelas en las que intervinimos.

UEM:  ¿Cuántas escuelas fueron?

Vanesa: De las secundarias participaron todas, salvo dos, así que fue el 95 por ciento de las escuelas de ambos distritos. Participaron con 2852 estudiantes, que lo sabemos específicamente porque, como está contando Mariano, la “excusa” que utilizamos como insumo, como herramienta, fue una urna itinerante, una urna que era itinerante dentro de la propia escuela.

UEM:  ¿Pasaban por todos los cursos del ciclo superior?

Vanesa: Depende. Lo fuimos trabajando de acuerdo a cómo pudimos ir articulando en cada escuela. Hubo escuelas en las que se trabajó con todo el ciclo superior, en otras, con el total de los estudiantes, en otras se trabajó con algunas aulas, porque era donde los profes referentes daban clases. Entonces, de acuerdo a cómo pudimos articular, porque esto llegó a los estudiantes y a las escuelas como un proyecto pedagógico del sindicato. O sea, todos los actores sabían que esto estaba llevado adelante por el SUTEBA de La Costa-General Lavalle y que sus docentes eran afiliados propios. Y para nosotros esto es importante, porque tiene que ver con que los estudiantes aprendan, conozcan, puedan saber que nosotros somos trabajadores.

Nosotros nos entendemos como trabajadores de la educación, y por ende también, así como tenemos responsabilidades, tenemos derechos, y eso también fue parte del trabajo que pensamos a la hora de posicionarnos, decir, bueno, cómo vamos a hacer para poder realizar este proyecto con estudiantes y que ellos –como decía Mariano- confíen en nosotros, confíen en el vínculo que tienen con sus docentes, pero también que nos conozcan como sindicato. Y eso se tradujo en cada escuela en un documento final.

Mariano: Exacto. Una vez que hicimos esa participación, la cuestión fue la apertura de las urnas, sacar todas las opiniones, con los jóvenes estando presentes ahí, porque eso era esencial y parte del contrato. Había que darle la mayor garantía posible para que esto fuera significativo y la expresión de ellos fuera auténtica.

 

 

“Concurrimos a las aulas con unas urnas (una por escuela), en las que cada estudiante ponía su respuesta en forma anónima”

 

UEM: Esto que comentan me hace pensar que muchas veces la palabra está direccionada desde el/la adultx, acerca de qué hablar. Por eso, es muy importante que haya una escucha activa.

Vanesa: Claro, ellos tenían que poder confiar en que este trabajo que les proponíamos tenía un objetivo, y que ese objetivo tenía que ver con mejorar el lugar que ellos habitan, y esto después aparece, seguramente Mariano lo va a contar, después cuando vayamos a las líneas que van apareciendo, aparece esto: cómo queremos habitar esta escuela secundaria que tenemos y la por venir.

Mariano: La escuela tiene que enamorar, tiene que ser significativa. Ir a la escuela tiene que ser algo valioso, importante, y no simplemente decir “voy a cumplir”. La habitamos todo el tiempo, gran parte de nuestra vida la pasamos ahí, la pasan ahí los estudiantes, y entonces tiene que ser un ámbito que queremos que sea transformador y proyectado a la sociedad. Pero que en el mientras tanto sea significativo. Y esto me parece que es clave.

UEM: Que sea un lugar deseado, tanto para lxs trabajadorxs como para lxs estudiantes…

Mariano: Exactamente. Una vez que hicimos el recuento de todas las opiniones, separamos en algunas categorías como para que sea un poco más operativa la síntesis que se hacía en cada institución. Luego de eso vino la convocatoria a las jornadas que realizamos en el Multicultural de Mar de Ajó. Vinieron 80 estudiantes representantes de delegaciones de cada una de las 18 escuelas. Tengamos en cuenta las distancias que hay en nuestro territorio, que es bastante extenso. Arrancaron muy temprano desde Lavalle y estuvieron un buen tiempo para poder llegar.

Vanesa: Contratamos un micro desde el sindicato, y eso está bueno porque tiene que ver con la construcción del vínculo, no solo adentro sino fuera de la escuela. Ese micro salió desde Lavalle, con las delegaciones de estudiantes y docentes, y fue pasando por cada una de las playas, San Clemente, Las Toninas, Santa Teresita, Mar del Tuyú, La Lucila. Fueron subiendo las delegaciones y llegaron todos juntos al Multicultural.

Y llevaban en sus manos el documento final de cada una de las escuelas. Porque lo que nosotros les pedimos es que a partir de todo ese trabajo que se había realizado y de esta sistematización que planteaba Mariano que se hizo en cada una de las escuelas, puedan redactar un documento final por cada escuela, que en realidad no iba a ser un documento final en términos de finitud, de conclusión, sino que iba a ser el disparador para poder trabajar, ahora sí, esas delegaciones representantes de estudiantes en el marco de comisiones y de una plenaria de las 18 escuelas.

Armamos cinco comisiones coordinadas por docentes referentes. Cada uno fue teniendo un rol dentro de esa jornada, y cinco de ellos se encargaron de coordinar las comisiones, que fueron organizadas con estudiantes de diferentes escuelas, para que hubiese distintas voces en ese trabajo de comisión.

Y paralelamente trabajamos con los equipos de conducción y docentes, porque en esa jornada no solamente se convocó a los 80 estudiantes, sino que participaron los 21 docentes referentes que habían llevado adelante ese trabajo de articulación con nosotros, que son parte del proyecto de la escuela que queremos, junto con los equipos de conducción de la mayoría de las escuelas secundarias que participaron.

Y entonces, mientras que los estudiantes trabajaban en comisiones, los docentes y los equipos de conducción, coordinados por otros docentes, también trabajaban en comisiones. Pero todos apuntando a pensar la escuela que queremos desde el colectivo estudiantil.

Mariano: Exacto. Ellos fueron los que se expresaron todo el tiempo. Sucede casi siempre en las escuelas que cuesta esto de tomar la palabra, tomar el micrófono, frente a pares, y además frente a docentes y directivos. Incluso estuvo el Jefe Distrital de La Costa. Es decir, es un aval y un apoyo de las estructuras más altas de la región, y eso le da un contexto muy importante…

Vanesa: Y tanto la Jefatura Distrital de General Lavalle como la del Partido de la Costa también convocaron con nosotros a las escuelas a participar. Es decir que ellos avalaron este proyecto. Para nosotros es importante porque si estamos pensando en cómo poder intervenir en políticas públicas educativas territoriales, necesitamos hacerlo con todos los que son parte del sistema educativo en el territorio a nivel provincial.

Mariano: Les comento cuál fue la síntesis, el punto final que a su vez es el punto de partida para lo que sigue. Entre las cosas que destacaron, está el tema de la conectividad, esta necesidad de que todas las escuelas cuenten con una actividad adecuada para proyectarlo al trabajo, sea a distancia, virtual, sincrónico, lo que fuera, es esencial esta cuestión, que no nos hubiera pasado si el plan Conectar Igualdad hubiera continuado.

Por otro lado, el contar con un apoyo de acompañamiento, puede ser llamado psicológico o de equipo de orientación, en el cual ellos pretenden lugares en donde se puedan expresar, ser escuchados, escuchadas, en donde encarar las problemáticas propias de su realidad, de sus familias, en un ámbito en el que se puedan expresar con libertad y buscar soluciones personales.

Vanesa: Lo de adulto disponible. Porque en realidad, lo que plantearon los pibes, y lo plantearon el año pasado, en noviembre, fue al adulto disponible, aunque no lo llamaron de esa forma. Por eso cuando nosotros le terminamos de dar forma al seminario de organización y aparece la conceptualización del adulto disponible, los docentes trabajamos todo el seminario con eso, que fue uno de los conceptos que más nos interpeló, pero porque veníamos de este otro proceso donde los pibes ya lo estaban diciendo, los pibes ya sabían lo que querían.

UEM: Sí, además tiene que ver con una construcción desde donde se enlaza directamente con la posición docente: Desde qué lugar, qué mirada tiene ese/a docente, ese/a adultx disponible, con respecto a las culturas juveniles…

Mariano: Siguiendo con las cuestiones planteadas por los estudiantes, hubo otro tema muy significativo: el reclamo de ESI, que no es simplemente tener una charla, sino que la ESI nos atraviese todo el trayecto en la escuela, que no importa acá en la materia que sea. Es decir, yo, como profe de historia, trabajo la ESI permanentemente. Esto es muy amplio, y creo que tiene que ser así, porque no es lo mismo que alguien nos venga a dar una charla de ESI y se terminó, punto aparte y seguimos, sino que la ESI implica una nueva forma de vida.

Y ellos lo observan, ellos lo tienen presente. Fijate que otras de las cuestiones, relacionada tangencialmente con esto, es contar con baños mixtos, en los cuales, hoy en día hay que hacer, como en todo, un trabajo previo, pero la cuestión de cómo cada persona, y en este caso los estudiantes, se autoperciben en su sexualidad, es fundamental. Es la nueva realidad que estamos viviendo, y me parece muy valioso que ellos y ellas lo expresen.

Vanesa: Y ahí ellos plantearon directamente el poder trabajar sobre los códigos de convivencia, vestimenta. Nos decían: “dejen de sexualizarnos”. Que muchas de las normas y de los códigos de convivencia estaban armados desde una mirada adultocrática de sexualización de esos cuerpos, de esas adolescencias. Y entonces nos decían “no queremos que nos sexualicen más”.

Lo importante es lo que fue saliendo de ellos, y aparecen los centros de estudiantes, como parte de una herramienta importante en muchas de las escuelas donde todavía no están conformados. Aparece también el tema del Servicio Alimentario Escolar. Ellos hablan de que quieren poder tener un desayuno y una merienda nutritiva, que quieren dejar de comer pedazos de pan. Hablan también de todo lo que tiene que ver con los insumos de higiene. Si nosotros les decimos, como adultos, que su escuela es su casa, ellos cuando van a su casa no tienen que pedirle el papel higiénico a la madre antes de entrar al baño. Son cuestiones tan básicas, pero en algunas escuelas sigue sucediendo esto de pedir el papel higiénico a la preceptora.

 

“Hubo otro tema muy significativo: el reclamo de ESI, que no es simplemente tener una charla, sino que la ESI nos atraviese todo el trayecto en la escuela”

 

Nosotros, en este papel proactivo de ver qué hacemos con todo esto para no quedarnos solo en el reclamo, tomamos un compromiso con el colectivo estudiantil y con los equipos de conducción, y lo que hicimos fue empezar a plantear muchos de estos temas de agenda y a buscar poder llevar adelante resoluciones.

Entonces, por ejemplo, con respecto a la conectividad, a partir de la fuerza que nos da la palabra de los estudiantes, de los docentes y de la paritaria nuestra, le solicitamos al intendente municipal del Partido de La Costa, a través de una audiencia que pedimos con el FUD local, que se hiciera cargo el Municipio de la conectividad de las 70 escuelas públicas que tiene el distrito, a través del Fondo de Financiamiento Educativo. Y eso es lo que va a suceder.

Para nosotros esto tiene que ver con empezar a dar respuestas prácticas, pragmáticas, tangibles, que los pibes vean que cuando habilitamos la palabra no solo lo hacemos para saber qué piensan, sino también para juntos ir buscando, construyendo estas soluciones.

Y con respecto al SAE, nosotros planteamos en la UEGD, y es un compromiso que tomó el intendente, universalizar el desayuno y la merienda para los 20 mil estudiantes, la matrícula de todos los niveles y modalidades de las escuelas, incluido el nivel secundario.

 

“Le solicitamos al intendente del Partido de La Costa que se hiciera cargo el municipio de la conectividad de las 70 escuelas públicas que tiene el distrito. Y eso es lo que va a suceder”

 

Poder universalizar significa que al no haber cupos específicos sino que el cupo es nominalizado por cada uno de los estudiantes que son parte de la escuela, significa que el desayuno y la merienda van a ser reforzados y nutritivos, entonces ya no va a ser un pedazo de pan, va a ser una factura, dos facturas, una fruta, una barrita de cereal, y para nosotros eso también es empezar a dar respuesta a los propios planteos que realizan los estudiantes.

Mariano: Como cierre, quisiera volver un poco al principio. Nosotros creemos que toda salida es colectiva. Toda construcción entre la mayor cantidad posible de agentes que intervengan en esto va a dar la posibilidad de encontrar esas respuestas que necesitamos y que buscamos. En el fondo todos queremos una sociedad mejor, una sociedad más justa en la cual nuestros jóvenes, nosotros también, pero nuestros jóvenes puntualmente, se sientan protagonistas, se sientan con esa posibilidad de transformar lo que viven.

Parte de la escuela, pero esto va mucho más allá, porque cada estudiante, cada uno de ellos y de ellas, a su vez, tienen esa posibilidad de trasladarlo a su familia, y las familias transformar la comunidad donde están viviendo.

Me interesa que podamos desarrollar en cada escuela como una cuestión operativa y concreta a través de los centros de estudiantes. Ese va a ser un trabajo para lo que queda del resto del año, pero con la premisa de que no lo van a hacer a partir de lo que decimos nosotros y nosotras.

Tiramos la pelota, empiecen a jugar. Vamos a acompañarlos, vamos a estar al lado, vamos a apoyar, para darles las herramientas para que se larguen y jueguen.

UEM: La flecha está en el aire… Yo me quedo con algo, como para ir cerrando. Más allá de que unx necesita que esto impacte en propuestas concretas, como cuenta Vanesa que va sucediendo, creo que la gran potencia transformadora es transitar la experiencia.

Y creo que en ese sentido es transformador para todos y todas. Para lxs profes, lxs directivxs, lxs jefxs de distrito y de región, porque lo que te transforma es el lugar que vas ocupando y cómo todxs nos vamos transformando ahí necesariamente en un/a adulto/a disponible, y cómo lxs estudiantes, al igual que sus familias, puedan ver en la participación y en la organización, un camino hacia la transformación.

 

“La gran potencia transformadora es transitar la experiencia”

 

HAY EQUIPO

Docentes referentes y Equipos de Conducción de Escuelas Secundarias del Partido de La Costa y General Lavalle que son parte de “La Escuela que queremos. Participación del colectivo estudiantil”.

Lucía Nisii, Claudia Beatriz Garrido, Gabriela Parimbelli, Alejandra Colacilli, Mariana López, Patricia Cristaldo, Cecilia Zerbos, Analía Ayude, Ariel Romanini, Guillermo Aranguiz, Silvia Asi, Marcelo Rende, Pamela

Mariel Píccolo, María Esther Gerzel, Graciela Tozonote, Ana Tissera, Fabián Amado, María Dolores Parra, Verónica Cordero, Cintia Reta, Victoria Tordoya, Patricia Muscarello, Natalia Díaz, Carolina Ruiz Díaz,

Paola Campana, Gloria Fariña, Juan Altamirano, Cecilia Samaniego, Néstor Pretel, Mónica Castillo, Vanesa Fileccia, Fernando Otero.