Gladys Ramírez, maestra de grado en la Escuela 41 de Florencia Varela, comparte su experiencia en la enseñanza de prácticas del lenguaje durante la pandemia. Nos cuenta las estrategias aplicadas para llegar a todxs lxs alumnxs, y destaca la planificación colectiva y el trabajo en equipo, claves para lograr los objetivos.
Utopías en Movimiento: Nos gustaría que nos cuentes acerca de la escuela, y la experiencia en prácticas del lenguaje que vas a compartir con nosotros.
Gladys Graciela Ramírez: Soy maestra de grado en la Escuela 41 de Florencio Varela, que tiene en este momento 38 secciones, y estoy en 6to año. Con estxs nenxs estamos desde 4to y pudimos hacer trayectoria 4to, 5to y 6to. Es un grupo que ya lo conocemos. La escuela trabaja de esta manera, con secuencias, desde hace mucho tiempo. A lo largo de los años pusimos en práctica todo lo que fuimos aprendiendo y renovando con los nuevos diseños, porque tuvimos que hacer cambios. Yo ya tengo 23 años de antigüedad, y fueron varios los cambios que tuvimos que hacer desde que empezamos hasta ahora.
El año pasado surgió el desafío de cómo dar las prácticas del lenguaje y todas las otras materias desde la virtualidad, porque nos encontramos de repente con esta manera, cómo llegar a todxs lxs chicxs desde la escuela, en este caso 5to año. Fue un desafío y una gran experiencia. Este año seguimos en pandemia, entonces pensamos en febrero que íbamos a continuar, y decidimos tomar “El diablo en la botella”, porque para los contenidos prioritarios podíamos tomar distintos cuentos y elegimos los relatos fantásticos. Entonces fuimos seleccionando y buscando las secuencias para que nos dé una orientación y comenzamos a planificarlo en febrero, antes de comenzar. Tuvimos varias dificultades con nenxs que no se conectaban, y pensábamos cómo llegar a estxs chicxs.
UEM: Vos hablás siempre en plural. ¿Cómo está formado el equipo? Me parece que tu relato da cuenta de que hay un trabajo colectivo, a la hora de pensar el proyecto y los desafíos…
Gladys: Sí, porque somos un equipo. Entre mis compañerxs y yo somos cinco. No se pudo trabajar por áreas porque venía el tema de las burbujas, cada unx tenía que trabajar en su grado, pero nosotrxs veníamos armando una planificación colectiva, y continuamos de esa manera. Yo estoy en los dos turnos. Una sola compañera tiene sólo un turno. Así que nos conocemos hace rato para planificar. Siempre me tocaba a mí dar las prácticas del lenguaje, pero este año tuve el desafío de tener que trabajar todas las áreas. Sobre todo lo sentí en matemática. Pero entre todxs lo vamos sorteando. Siempre cuando necesitamos material trabajamos con las bibliotecarias, que tenemos una a la mañana y otra a la tarde. Buscamos el material en la escuela, en este caso estaba el ejemplar de “El diablo en la botella, nos vamos fijando qué hay en la escuela para poder trabajar. Porque empezábamos en la presencialidad con las burbujas, entonces teníamos que buscar algo que nos permitiera hacer que lxs chicxs escriban estando con nosotrxs, porque en la virtualidad fue difícil ver cómo ellxs iban pensando, como lo hacíamos en clase. A veces se podía lograr y otras no con el conjunto, porque no todxs podían comunicarse por Meet o videollamadas.
UEM: ¿Qué canales usaban?
Gladys: WhatsApp, Meet y videollamada fueron los que más utilizamos. Al principio tratamos de usar Zoom, pero no todas las familias pueden tener la aplicación en el celular, porque les consume más espacio, no podían bajarlo y además duraban 40 minutos, así que cambiamos al Meet, cuando lo descubrimos. Y eso nos permitía dar clases las horas que necesitábamos, porque a veces llevaban dos horas. También aprendimos de WhatsApp que podían ser grupos de a ocho, y entonces también trabajamos de forma individual porque hay nenxs que tal vez necesitan estar ahí solxs.
“Siempre me tocaba a mí dar las prácticas del lenguaje, pero este año tuve el desafío de tener que trabajar todas las áreas, más específicamente matemática”
UEM: ¿Y había chicxs con lxs que trabajaban en formato papel?
Gladys: Sí, también. El año pasado con los cuadernillos, y con lo que nosotrxs íbamos armando. Y este año, al principio armábamos los cuadernillos para que ellxs los retiraran y luego, al llegar el programa ATR de la Dirección General de Escuelas, tomamos esos cuadernos. La elección fue “Alicia en el País de las Maravillas”.
UEM: Entonces, ¿nos vas a contar esto que están implementando ahora, y cuándo comenzaron?
Gladys: Nosotrxs empezamos con los relatos fantásticos y habíamos tomado otros autores, como “El diablo en la botella” y después pensábamos “El fantasma de Notre Dame”, pero cuando en abril comenzaron a estar los cuadernos, nos pareció interesante. Al llegar el subsidio a las escuelas para poder fotocopiar el cuaderno, los mandamos a hacer a lxs nenxs que estaban desconectadxs. Porque son 7 grados y armamos para lxs que más dificultades tenían para conectarse. Ahora, al lograr la presencialidad otra vez, las chicas del equipo se acercaron a las casas a llevárselos. Tenemos un equipo completo por suerte, hasta fonoaudióloga tenemos. Estamos contentxs.
UEM: Y ahora que han retomado la presencialidad, ¿cómo es el trabajo en prácticas del lenguaje?
Gladys: Estamos trabajando por burbujas. La semana pasada comenzó la burbuja 1, pero fue un solo día porque tuvimos problemas con la calefacción, así que esta semana retomo también la burbuja 1. Al resto, le seguimos enviando la tarea por WhatsApp. Por ejemplo, con esto que teníamos que narrar, que el narrador sea el conejo, hay chicxs que participaron desde la virtualidad mandando audios sobre cómo escribirían el comienzo, pensando desde el conejo, y eso ayudaba a lxs nenxs que estaban en la presencialidad conmigo, porque yo les hago escuchar los audios que mandan lxs compañerxs. Este agrupamiento número 1 tiene diez chicxs a la mañana y siete a la tarde.
UEM: Mientras estabas con este grupo, ¿al mismo tiempo ibas trabajando en forma remota? Nosotrxs nos resistimos a poner como categoría “virtual”, por esto mismo que contás, que para algunxs el trabajo es remoto usando la tecnología que está disponible. No es presencial/virtual solamente…
Gladys: Claro, entonces es como que se fueron acostumbrando lxs nenxs, porque ya saben que yo les pongo el audio y ellxs escuchan qué cosas pueden poner, porque están en 6to y el año que viene van a tener que hacer mejor el relato. Y nosotrxs siempre entre 5to y 6to intentamos que ellxs aprendan lo mejor, pero ahora hay que estar trabajando mucho más.
UEM: ¿De qué modo se trabaja? Si quisiera explicar esto de cómo se inicia el trabajo de la secuencia y qué tipo de actividades se hacen en prácticas del lenguaje, para enseñar en un 6to año, ¿cómo les podría contar a lxs docentes en formación?
Gladys: Bueno, lleva una práctica. Porque lxs chicxs estaban desde 4to año con nosotrxs, entonces es como que saben que cuando voy a presentarles un nuevo libro, vemos qué tiene la tapa, qué información nos brinda. Lo mismo lo hice por WhatsApp cuando comenzamos, entonces les mandé varias tapas para que ellxs vayan viendo que cada editorial puede hacer un formato u otro, y ellxs seleccionaban la que querían para hacer la ficha. Primero fichamos el libro, y también tenemos nuestra agenda de lectura; ellxs van anotando el nombre del libro, el autor y alguna referencia que quieran poner.
Comenzamos desde esa parte, y les preguntamos si lo conocen, si lo vieron en una película. Eso les llamó mucho la atención y algunxs me preguntaron justamente “¿este cuento es igual al de la película?” Una nena se fue adelantando a cosas que ella se acordaba de la película. Lo que hacemos es que yo les leo y ellxs me van mandando audios sobre algo que quieran preguntar, o algunxs me lo escriben, y van participando. Yo les mando un sticker, diciendo buenos días, buenas tardes, y ellxs me empiezan a contestar, y yo les digo el nombre de cada unx, y así vamos interactuando. Ya saben que es una rutina que tenemos. Ellxs son de participar, leemos un fragmento y veo si opinan todxs igual, les doy tiempo para que puedan leer o escuchar lo que dicen lxs otrxs. Cuando estamos con WhatsApp hay que dejar esos tiempos, porque si yo sigo preguntando y otrxs quieren participar, se superponen.
UEM: Esto que nos contás que hablás en el grupo de WhatsApp, ¿no es desde la presencialidad? ¿Es en el período en que se suspendió la presencialidad?
Gladys: Claro, comenzamos esta secuencia cuando no estábamos en la presencialidad, y trabajábamos de esa manera. Y ahora que estamos en la presencialidad, hacemos la lectura en la clase y después cuando mando la otra consigna a los chicxs, en ese momento saben que a tal hora les voy a mandar, y están ahí esperando.
UEM: Es decir, que hay un trabajo sincrónico con aquellxs que están en casa que no son de este agrupamiento…
Gladys: Claro, porque eso les ayuda a lxs nenxs que están en clase. Aparte yo siento que se extrañan, porque cuando están en los grupos se preguntan cómo están. Trato de que sigan interactuado, porque hasta tenemos nenxs nuevos que ni conocen, porque no están en el mismo grupo.
UEM: ¿Cuántos grupos tenés?
Gladys: Tres a la mañana y tres a la tarde. Van cada tres semanas. Entonces bueno, hacemos esto porque si no tienen que esperar hasta que les toque, y se ponen muy impacientes de cuándo les toca. Lo único que todavía no hice fue conectarme al Meet estando ellxs en casa y lxs otrxs nenxs en clase.
UEM: ¿Ustedes tienen carrito tecnológico?
Gladys: Sí, uno solo. Volvimos hace poco, estábamos acostumbradxs a usar todos los recursos que tenemos en la escuela, pero de a poco lo vamos a ir usando.
UEM: Yo creo que este año nos encontró a todxs más familiarizadxs con las herramientas y la tecnología, viendo que eso es lo que nos va a ayudar a transitar esta etapa. Hay mayor aceptación, se ve mucha más participación que el año anterior. No sé si vos compartís…
Gladys: Sí, el año pasado tenía como 12 nenxs a lxs que les costaba mucho conectarse, en cambio este año no, ya fue cambiando. Las familias se habrán ido organizando, en algunas les pudieron comprar celular a lxs nenxs. Y cuando están en otra clase, aprovecho con lxs que están ahí para trabajar lo más que se pueda, sobre todo cuando presentan alguna dificultad.
UEM: Justo te iba a preguntar acerca de las prácticas de escritura, porque hasta ahora venimos hablando de la oralidad. ¿Cómo se desarrollan esas prácticas de escritura?
Gladys: También lo hacemos por medio del WhatsApp. Ellxs lo escriben, sacan la foto y me lo envían al grupo cuando es la tarea grupal. Cuando digo, bueno, ahora nos podemos escribir, espero unos minutos y ellxs me van mandando. Ayer estuvimos trabajando y ellxs me mandaban audios de cómo empezarían a narrar esto desde el conejo, y otra nena mezclaba este narrador omnisciente que todo lo sabe con esto que yo le decía de que ella tenía que ser el conejo. Empezamos a trabajar desde ahí, y ella me dice “primero te mando el audio para ver si está bien y si lo puedo mejorar”. Después, cuando escuchó varias cosas que fueron contando lxs compañerxs, ella me pregunta: “¿puedo mandar otro para poder mejorarlo?”. Entonces supe que se estaba logrando nuestro propósito.
UEM: ¿Te lo mandan primero en audio y después escrito?
Gladys: Claro. Y cuando no estábamos en presencialidad ellxs llevaban a la escuela las actividades que hacían y yo las iba a buscar. Ahora, en la presencialidad, las dejan en unas cajas que están en la entrada de la escuela, y después las vienen a buscar. Pero a ellxs les gusta mandarme para que yo vea si tienen que mejorar. Así que ahora se nos hace un poco más fácil venir a la escuela y también podemos trabajar con la virtualidad.
“El año pasado tenía como 12 nenxs a lxs que les costaba mucho conectarse, en cambio este año no, ya fue cambiando…”
UEM: ¿Hay alguna línea de trabajo institucional con respecto a prácticas del lenguaje de 1ro a 6to?
Gladys: Sí, eso siempre, hace años venimos trabajando desde lo que se planifica. Trabajamos a través de las secuencias, y antes teníamos proyectos que los llevábamos a cabo para fin de año. Siempre en nuestra escuela, como participábamos en el PIIE -Programa Integral para la Igualdad Educativa-, nosotrxs acostumbrábamos hacer las obras de teatro con esos fondos. Nosotrxs sabíamos que en el último tramo íbamos a trabajar con la selección de algunos de los cuentos en una obra de teatro.
“Avanzar en la construcción de una sociedad democrática requiere desplegar políticas educativas en las que la igualdad y la justicia educativa son fundamentales. Se torna imprescindible también mejorar la calidad de la enseñanza, colocándola en el centro de las preocupaciones y desafíos a efectos de garantizar el derecho de todos los niños y niñas a acceder a los conocimientos necesarios para la participación en la vida de manera crítica y transformadora.” PIIE, 2010
UEM: ¿De qué se trata el PIIE?
Gladys: El PIIE se destinó para la mejora en la lectoescritura. A través de proyectos que presentábamos, daban a la escuela subsidios para poder comprar todo lo que necesitamos, papelería para escenografía, vestimenta, telones y otras cosas. Y cada año le agregamos cosas, porque se va cambiando, cada grupo es distinto. Estxs mismxs nenxs en cuarto participaron en las obras de teatro que se hicieron a nivel distrital, en un trabajo conjunto con la Inspectora de Artística. Esa fue la última vez que se pudo actuar en público, que fue diferente porque teníamos que ir a las otras escuelas, llevar la obra que habíamos ensayado. Esa fue la última experiencia.
Luego de la crisis del 2001 desde la política pública se desarrollaron programas que fortalecieron a las escuelas y colaboraron en generar condiciones materiales y pedagógicas dignas. Estos programas fueron la expresión del esfuerzo por recuperar la escuela como espacio de enseñanza y revalorizar su función como institución integradora, potenciadora de vínculos y lazos sociales; en suma, como constructora de ciudadanía y productora de conocimiento político-pedagógico.
El Programa Integral para la Igualdad Educativa –PIIE- constituyó una herramienta de política pública orientada al nivel primario y concentrada en el conjunto de instituciones que se encontraban, en condiciones más difíciles para enfrentar la tarea de enseñanza.
Como herramienta de política pública buscó el fortalecimiento de las condiciones materiales y simbólicas en las escuelas, las que haciendo un diagnóstico de sus necesidades y propósitos, elaboraron los proyectos a desarrollar.
El Programa les otorgaba los recursos necesarios para modificar el espacio físico de la escuela, proveer el equipamiento y material didáctico. Por otra parte acompañó el desarrollo de las iniciativas institucionales, propiciando espacios de formación. Fue una política de alto impacto que generó proyectos que contribuyeron a mejorar los aprendizajes.
Luego se planteó el desafío de utilizar la experiencia positiva acumulada y ampliar el alcance de las estrategias desarrolladas a un número cada vez mayor de instituciones, iniciando un camino que pretendía finalizar con la consolidación de una política universal para el nivel primario, incluida en la agenda estatal de manera permanente.
El Equipo Distrital de Alfabetización Inicial y Continua –EDAIC- se pensó, se creó y se conformó en el Distrito de Florencio Varela, originalmente dependió de Psicología y coordinaba trabajos y proyectos de fortalecimiento de prácticas pedagógicas para intervenir frente a situaciones con alto índice de repitencia y sobreedad.
Su origen se remonta a la preocupación de un grupo de compañerxs que dentro del desarrollo del Programa de Aceleración, luego de realizar un diagnóstico dentro de estos grados, observaron mucha dificultad para acceder a la lengua escrita, desconocimiento y angustia en las maestras de los primeros grados con respecto a qué y cómo hacer y una vacancia de conocimientos teóricos que articularan con la fundamentación de sus decisiones.
A partir de este diagnóstico se presentó a la Jefatura Distrital un Proyecto de formación para el fortalecimiento de las prácticas pedagógicas que abordaba el bloque alfabetizador y la enseñanza de las prácticas del lenguaje desde el marco psicogenético poniendo el eje en la función social de la lengua escrita.
La propuesta consistió en sistematizar espacios de formación en servicio donde trabajar con lxs docentxs la elaboración y el seguimiento de propuestas de enseñanza.
Este proyecto se desarrolló desde 2006 hasta 2017.
UEM: Al tener en esta nueva presencialidad al grupo total por partes, ¿cómo se va tejiendo la secuenciación del contenido al ir cambiando los grupos?
Gladys: Al principio se nos hizo más difícil, porque teníamos que ensayar esto de estar presentes y lxs chicxs en forma remota, que fue más difícil porque teníamos que estar dándoles en la escuela, en la presencialidad. Yo, por ejemplo, generalmente hacía la presentación del libro, trabajábamos con la lectura en clases y le tenía que enviar el audio a lxs otrxs chicxs, porque mi curso comienza a las 8 y termina 11.10. Es una escuela de 38 secciones, tenemos dos entradas y vamos entrando cada 10 minutos, para no cruzarnos, porque hay que estar en el control, tomar la temperatura, la autorización, todo un tema. Entonces, a las 11.10, cuando dejaba a lxs chicxs, trabajaba con lxs de la virtualidad. Eso fue en la primera etapa, pero en esta segunda que comenzamos la semana pasada, me pareció mejor estar interactuando con lxs otrxs chicxs y lxs de la escuela presentes. Para mí fue más satisfactorio. porque podía estar al mismo tiempo con ambos. No sé si a todxs les resultaría.
UEM: Hoy en el Instituto nos reunimos con inspectoras y directoras de Nivel primario de las escuelas asociadas, y justamente una de ellas comentaba una experiencia similar a la que contás vos. ¿Cuáles fueron los motivos que te llevaron a implementar esta modalidad de articulación entre ambos grupos?
Gladys: Claro, la idea es esta…. Al principio fue muy extenso trabajar con un cuento, porque teníamos que trabajar lo mismo con el otro grupo que venía y entonces era como que te detenías ahí. No avanzábamos nunca. Fue muy lento llegar a terminar esa secuencia. Nosotrxs estamos acostumbradxs a dar diferentes tipos de textos. Poesía, por ejemplo, no pudimos llegar todavía. O lectura por placer, que también teníamos y que no se pudo lograr estando todxs juntxs.
UEM: ¿Qué cosas te parece que son debates pendientes, que todavía estás tratando de buscarles la vuelta? ¿Hay algo que digas, esto todavia nos cuesta? ¿Cosas que te planteás en término de desafíos?
Gladys: Creo que el desafío más grande es poder llegar a todxs. Porque tengo un grupo de 32 a la mañana y 25 a la tarde, y creo que el gran desafío es poder interactuar con todxs y ver cómo ellxs van progresando. El otro día me encontré con un nene que todavía cuando escribe le fallan las “N”. Y ese trabajo todavía falta completar, que sea más legible lo que ellxs tratan de escribir.
UEM: ¿Cómo te formaste en este enfoque?
Gladys: En el EDAIC, con la directora y vicedirectora de mi escuela. El EDAIC abordaba la alfabetización en prácticas del lenguaje para formar lectorxs y escritorxs a través de las prácticas sociales. Fue un enfoque que nos cambió mucho. Dejar de enseñar con las letras, el “a, e, i, o, u”, y empezar a enseñar a través de las palabras, porque no se utilizaba esto de las secuencias, eran actividades más aisladas, y fuimos cambiando. Adriana Sotelo era una de nuestras formadoras. Discutíamos y pensábamos que no lo iban a lograr. Ellxs nos daban las secuencias que nosotrxs teníamos que poner en práctica, y fuimos viendo que sí se podía enseñar a través de los cuentos, de las palabras.
A la tarde tengo una nena que casi no pudo asistir, porque fue operada durante su primer ciclo, y cuando llega a 4to mi meta era que se alfabetizara. Y fuimos trabajando, y la mayor dificultad era que la mamá no podía acercarse a la escuela, estar conectada. Eso fue lo difícil de esxs chicxs, que necesitan mucho más de nosotrxs, porque antes en la escuela se usaba esto de los grados flexibles: “si no aprende con vos, vení, le encontramos la vuelta, yo me llevo a estxs nenxs para trabajar más intensamente”. Y eso ahora no se puede. Una nena que tengo ahora tiene su maestra de integración que me ayuda a trabajar esto de las adaptaciones. Podemos trabajar juntas, eso también es un desafío. Trabajo con ella, para que la nena trabaje lo mismo que nosotrxs, a pesar de su dificultad, que siga leyendo. Porque ella le cambió de cuento y ahora ella dice que ese cuento es para nenxs, y ella tiene 13 ó 14 años. Y dijo que ella con ese cuento no va a trabajar, que los chanchitos, los cerditos no van para ella. Ahora tenemos que repensar cómo vamos a adaptarle esta secuencia. Ahora va a venir todos los viernes a trabajar con su maestra y cuando le toque con su burbuja, trabajarlo. La individualidad es por ahí lo que a unx le va costando.
“El desafío más grande es poder llegar a todxs. Porque tengo un grupo de 32 a la mañana y 25 a la tarde. El gran desafío es poder interactuar con todxs y ver cómo ellxs van progresando”
UEM: ¿Tienen sistematizados tiempos institucionales para el trabajo colectivo?
Gladys: Sí, las horas especiales, ellxs están en otras áreas, pero a la vez nosotrxs tenemos un grupo donde vamos mandándonos las cosas. ¿Te parece que sigamos hoy con esto? Otro dice, mirá, a mí me resulta más difícil, tengo que ir más lento. ¿Qué hacemos? ¿Qué modificamos para que más o menos vayamos igual?
UEM: También vemos cómo el celular, que era un objeto bastante cuestionado por la escuela misma, por los docentes, ahora, en pandemia, pasó a ser el mayor aliado. Pasamos de “guardá el celular” a “sacá el celular”.
Gladys: Sí, muchas cosas que por ahí no las sabía manejar me enseñaban lxs nenxs el año pasado. Sí, eso cambió. De todos modos, ya desde antes había salido documentación sobre que podíamos usar didácticamente el celular, yo venía usándolo. Por ahí me quedaba poco tiempo para traer toda la maquinaria al salón o llevarlxs a la biblioteca, entonces usaba el celular.
UEM: Los grupos de WhatsApp han proliferado durante la pandemia ¿Qué cambios ocurrieron en cuanto a su utilización?
Gladys: Antes de la pandemia yo no los usaba en forma continua. A partir de la pandemia los utilizo con estudiantes. Por ahí antes usaba el celular con los videos que queríamos mostrar, cuando no podía buscar el proyector. Cuando había poco tiempo usaba el celular.
A lo largo del 2020 fuimos mejorando nosotrxs en nuestras prácticas también. La formación permanente es muy importante y necesitamos de esos espacios, porque individualmente es muy difícil pensar modificaciones. Por eso yo valoro mucho, siempre tuve la oportunidad que me brinda SUTEBA de participar de distintos espacios de formación.
“La formación permanente es muy importante y necesitamos de esos espacios, porque individualmente es muy difícil pensar modificaciones”.