La vuelta a la presencialidad nos encontró a todas y todos reaprendiendo a estar juntxs. Volver a compartir en simultáneo tiempos y espacios desencadenó esos «momentos de fricción que surgen al estar juntxs”. Sin embargo, la escuela transforma en oportunidad de enseñanza y aprendizaje la conflictividad que origina la convivencia cotidiana. Mariela Santore, directora de la Escuela Primaria Nº 4 Bernardino Rivadavia, del partido de Balcarce, nos cuenta cómo construir esa “escuela pueblo” que ayude a convivir democráticamente.
Por Florencia Riccheri
Utopías en Movimiento: Te pido que te presentes y nos cuentes sobre la escuela.
Mariela Santore: Soy la directora de la Escuela Primaria Nº 4, una escuela de primera categoría, con 465 alumnos y 18 secciones, que funciona en dos turnos, mañana y tarde, y yo me estoy desempeñando en el cargo desde diciembre del año pasado. Anteriormente fui la vicedirectora de la escuela, y por un movimiento de la directora, que se fue a trabajar a la Secretaría de Asuntos Docentes, yo accedí al cargo. Y a partir de que comencé a desempeñarme como directora se configuró un equipo de trabajo, el equipo directivo, de conducción, somos un equipo joven, que venimos con esa fuerza, ese empuje para poder volver a reposicionar a la escuela en el entramado social, que después de la pandemia nosotros notábamos que había un debilitamiento de todo el tejido social, de lo que era el posicionamiento de la escuela en el barrio, en el contexto comunitario, y por eso pusimos ejes de trabajo que fuimos desarrollando y que todavía seguimos construyendo, porque no es fácil.
UEM: Y dentro de esos ejes de trabajo, tomaron algo que plantea el Régimen Académico, que es ese dispositivo de los Consejos… ¿Cómo lo pensaron?
Mariela: La vuelta a clases, el inicio del nuevo ciclo lectivo nos empezó a tensionar con una serie de situaciones que venían recurrentemente poniéndonos en tensión, esto de cómo tramitar los conflictos, de cómo era la mirada de las familias hacia la escuela, y qué era lo que nos demandaba, qué nos iban poniendo como ejes para pensar; nosotros siempre desde una lectura crítica, viendo cómo la escuela tenía que acomodarse a los contextos. Nosotros, incluso, al ser equipo directivo en construcción también estábamos muy atentas a eso; entonces vimos que las familias necesitaban que nosotras fuéramos claras en la forma de comunicar, en la forma de invitarlos a participar; y en función de eso empezamos a pensar en qué espacios de participación democrática, de fortalecimiento de ciudadanía, podíamos habilitar. Entonces, apareció esto del capítulo 8 del Régimen Académico, empezamos a pensar y a organizarnos en la puesta en marcha de estos espacios, y en abril ya empezamos fuertemente a establecer líneas de acción para conformarlos.
Aunque la vida vuelva a la normalidad, no será la misma normalidad que antes del
brote. Las cosas a las que estábamos acostumbrados como parte de nuestra vida diaria
ya no se darán por sentadas, tendremos que aprender a vivir una vida mucho más frágil
con amenazas constantes.” (Zizek, 2020)
UEM: ¿Vos antes fuiste vicedirectora de la misma escuela?
Mariela: Sí, mi cargo de base es orientadora educacional; mi título es de licenciada en psicología. Hice el postítulo en educación y accedí a un cargo de OE en 2006, y desde esa fecha estoy trabajando. Siempre trabajé en instituciones, me encantan las organizaciones. Yo te contaba que había trabajado también en la gestión del Intendente anterior, que era de Unidad Ciudadana en ese momento, trabajé como directora de los centros integradores comunitarios, y ahí está esa impronta que yo voy llevando conmigo, de pensar en la escuela como una organización social, con un fuerte compromiso en la educación, pero también atravesada por todas las demandas sociales, políticas y de contexto.
UEM: En este primer momento, cuando ustedes toman esto y deciden impulsar este proyecto, al interior de la institución, con el resto de lxs docentes, ¿cómo fueron construyendo los acuerdos para poner en marcha esto?
Mariela: En primer lugar, tuvimos que trabajarlo mucho hacia el interior de la escuela, porque esto solo funciona con un gran compromiso del equipo docente; si lo entienden, si se comprometen y lo sostienen, porque necesita de mucha sistematicidad, de ir retomando permanentemente sobre el emergente. Si el emergente es tratado como un hecho aislado no nos permite crecer, crecer como comunidad. Entonces, ese trabajo de sistematicidad, de ir retomando, ir enlazando, hubo que trabajarlo hacia el interior; nosotros hicimos reuniones institucionales, elaboramos distintos elementos de trabajo, como por ejemplo Powerpoint,
videos, bibliografía, y fuimos trabajando todo lo que tenía que ver con el sostenimiento del cuerpo docente de la cuestión esta. Y después sumamos a los alumnos y en un paso posterior a las familias.
También las convocamos a la escuela, hicimos reuniones con todos los años de los grupos áulicos, les contamos cómo íbamos a trabajar, los invitamos a participar, y las últimas elecciones que se hicieron fueron las
de delegados de familia.
Las miradas de reconocimiento mutuo y los proyectos colectivos que se desarrollan
en las escuelas generan, desde las tramas institucionales, soportes afectivos que fortalecen las trayectorias escolares.
Bracchi, Draghi y Chali. 2022
UEM: Llegaron a constituir las tres instancias, Consejo de Aula, de Ciclo y de Escuela…
Mariela: Sí, tenemos las tres. Primero, como te decía, lo trabajamos hacia el interior con los docentes, después los alumnos se empezaron a sumar, como jornadas ya planificadas, porque esto forma parte de la agenda docente. Si bien hay emergentes que se trabajan en el cotidiano, también están planificadas en una agenda de trabajo, en una carpeta didáctica y responden a proyectos. A veces se trabaja sobre lo que sucede, pero a veces se anticipa o se reflexiona. Hoy, para la ciudad de Balcarce, por ejemplo, es una jornada muy tremenda, porque ayer hubo un filicidio y un intento de femicidio; es tremendo el impacto del
caso porque es una familia muy conocida. El abuelo es comerciante, la tía es docente (no de mi escuela), es un niño de 3 años que falleció. Ese hecho nosotros no podíamos no hablarlo hoy en la escuela; y esto no estaba planificado, pero hoy trabajamos sobre esto. Hicimos una apertura cuando nos encontramos a la mañana, lo trabajaron en las aulas, y un cierre despidiéndonos por el fin de semana, pero también invitándolos a que esto se hable en las casas, que se comente el impacto de lo que pasó, la importancia de cuidarse, de cuidar a los que queremos, de cómo tramitar los conflictos. Nosotros queremos instalar estas cuestiones porque si las consignas son palabras nada más, no nos ayuda en mucho a modificar estas realidades que se nos imponen y que en esta ciudad, que es una ciudad pequeña, del interior, donde hay un buen porcentaje de clase media, muchos miradores seriales de Canal 13, hay que trabajar mucho esto de denunciar, de hablar, de comprometerse con las causas y demás, para deconstruir todo…
UEM: En ese sentido la ESI tiene mucho para aportar, desde las prácticas cotidianas que se dan en la escuela, desde la reflexión de nuestra vida en sociedad…
Mariela: Sí, la ESI, por supuesto, que es algo transversal en esta mirada…
UEM: ¡Cuánto nos falta después de 16 años de ley!
Mariela: En esto, en pensar en los Consejos de Aula, de Ciclo y de Escuela, la ESI es fundamental. Porque nosotros cuando hablamos de convivencia hablamos de nosotros, de uno mismo, y de los demás.
Y en esta red vincular la ESI es el eje donde uno va construyendo esta ciudadanía responsable, esta ciudadanía respetuosa, esto de las libertades, de la inclusión, y todo lo que tiene que ver con estas nuevas infancias y estos contextos.
UEM: Contame un poco lo del Consejo de Escuela, volvamos a eso…
Mariela: Los alumnos, en sus carpetas y en sus actividades de jornada escolar, tienen espacios pensados para este trabajo. Ellos han podido elegir, obviamente han elegido los delegados de aula, los delegados de ciclo; eso fue muy interesante, porque ellos se forman en prácticas democráticas, en primaria no existía este trabajo sostenido de ejercicio democrático, de la representatividad, de lo que significa esa responsabilidad de representar a otros, de dialogar. Quizás es un eje que impacta más en la secundaria. Yo trabajé en casi todos los niveles y esto se trabaja más. Pero en primaria no es tan habitual. Y ellos hicieron sus carteleras, lo que significaba ser delegados, cuáles eran las responsabilidades…
Trabajamos por ejemplo con el primer Estatuto Docente, por ejemplo a qué se obligaba un docente, cuál es el Estatuto de hoy, cuáles fueron las conquistas, cuáles son las responsabilidades hoy de un delegado.
Eso fue muy interesante; cada grupo configuró su cuerpo de delegados, sus suplentes, y empezamos a sesionar. Tenemos nuestro libro de actas, cada grupo tiene un libro de actas propio donde se hace un registro de lo trabajado en cada grado…
UEM: ¿Y cómo es en primer ciclo?
Mariela: Es muy lindo ver a los chiquitos de primer grado. Los que están alfabetizados escriben su acta. Y si no le dictan, la maestra lo escribe en el pizarrón, lo registran (primera situación de escritura y de reflexión), y también dibujan; cada grupo elige cómo comunicar sus procesos, como Consejo. Porque no todos van al mismo tiempo, no todos trabajan lo mismo. Hay una diversidad que se va dando porque tiene que ver con los rasgos característicos de esa grupalidad. Algunos hacen afiches y nos van contando a los demás; tenemos una cartelera en la galería que se llama Consejos de Aula, y ahí todos los que tienen algo para contar o quieren socializar experiencias de trabajo, colocan ahí fotos… Cada grupo tiene su agenda docente, cada docente le asigna su planificación; nosotros tomamos dos módulos de ciencias sociales cada 15 días.
UEM: Y con respecto a la temática que se trabaja ese día, ¿surgen los intereses…?
Mariela: Claro, las maestras van haciendo un relevamiento, se va trabajando con el grupo en reflexiones menores, y cuando hay algo que aparece en forma recurrente, eso se instala como tema de Consejo, se sesiona sobre eso que está pasando.
UEM: La conflictividad en la convivencia es el punto de partida de un trabajo profundamente formativo, que realiza la escuela día a día frente a una variedad de situaciones que se van presentando. ¿Cómo hace la escuela cuando aparecen esas múltiples oportunidades?
Mariela: Por ejemplo, “qué nos está pasando que los útiles desaparecen”, es una de las cuestiones más recurrentes en primer ciclo. Los útiles desaparecen. ¿Qué está pasando, qué les parece a ustedes, qué opinan? Uno cuenta, “a mí María me sacó el lápiz y yo se lo ví, pero ella me dice que es de ella”; estas cuestiones históricas, no es nada nuevo.
En función de eso todos nos ponemos a pensar, decidimos cuáles son las estrategias que vamos a desarrollar para que esto no pase tan seguido, pase menos, cada uno pueda reconocer lo que es de otro, qué hacemos como grupo. Se sale de la lógica de: el problema, una víctima, un victimario, un damnificado, un beneficiado y un docente que unilateralmente dice quién tiene la razón. Se sale de esa lógica y se empieza a ver “es nuestro, está pasando en 2º A. Somos todos 2º A, tenemos la responsabilidad de ver qué podemos aportar frente a esto que está pasando.
UEM: El equipo de orientación escolar, ¿cómo participa?
Mariela: En realidad, una de las primeras interpretaciones que hizo el equipo docente es “ah, se ocupan las chicas del equipo; no hay problema, yo te doy las horas”. Y justamente de eso no se trataba. El equipo solo acompaña procesos. Ellos pasan por las aulas y tienen una hoja de registro donde toman nota de lo que van viendo en la evolución de cada grupo. Y ellos intervienen en lo individual. Por ejemplo, sucedió, se conversa sobre cómo acompañar a alguien que se siente solo, por ejemplo. Entonces, trabajan con un corto o con una peli; hay diferentes historias, ahora que vino en las secuencias amigos por el viento, a ver qué significa el viento, ese viento que viene y nos sacude, y nos hace sentir entristecidos, y ahí aparecen cuestiones de índole también personal, propias de las familia, cuestiones que ahí hay que tratarlas en otro ambiente, en otro espacio, que está bueno hablarlas, pero que por ahí no da para la circulación de la palabra, porque somos una comunidad, muchas veces las historias salen de la escuela… y ahí se hace otro
acompañamiento. Esto se sostiene con el compromiso y la sistematicidad de los maestros.
UEM: ¿Y cómo articulan los de aula con los de ciclo?
Mariela: Nosotros tenemos reuniones que nos juntamos y podemos pensar qué cuestiones le pasan al ciclo que le son propias. Que por ahí son cuestiones evolutivas, que tienen que ver con la dinámica del primer ciclo, que por ahí no aparecen. Por ejemplo: muchos distractores en la hora de inglés. Eso no pasa en el primer ciclo; es propio del segundo ciclo. Porque los chicos en inglés lo único que quieren es cantar y nadie quiere leer y escribir … Eso tiene que ver con la identidad del ciclo … Esto que nos pasa lo tenemos que trabajar entre nosotros porque nos es propio; los de 1º no tienen inglés, no les pasa esto; por ahí se caen mucho en educación física, o en teatro (no sé, te digo otra cosa), les da vergüenza y lloran en teatro.
Lo de ciclo tiene que ver con eso, que les es propio, que tiene que ver con las competencias de los chicos respecto del desempeño, del diseño curricular y de los temas transversales que trabaja el ciclo.
UEM: Y llegamos un poco a lo que es la participación de las familias y esta cuestión de la escuela más allá de la escuela que vos le diste otro nombre “LA ESCUELA PUEBLO” Antes, otra pregunta. ¿Ustedes notaron que esta posibilidad de consejos a nivel áulico, aminoró las situaciones de conflicto? ¿Qué evaluación hacen de eso?
Mariela: Nosotros hicimos un corte evaluativo, posterior a las vacaciones de invierno, que nos sentamos a escribir, porque en realidad uno documenta mucho con fotos, con videos, pero por ahí nos falta tiempo para escribir las experiencias, porque la idea es ir retomándolo, y como pegamos algo que nos hace sentir muy bien, porque de hecho resultó innovador en el distrito, fuimos muy bien valoradas por las compañeras, y de hecho he podido ir a otras escuelas a contar estas experiencias, que estuvo bueno, empezamos a escribir, hicimos cortes y pudimos ver esto, que justamente nos había impactado en el tratamiento de los conflictos
que nosotros hacíamos porque esto nos alivió.
UEM: En este ejercicio democrático de generar consensos y construir acuerdos, ¿cómo lo viven las y los estudiantes?
Mariela: Los acuerdos para el chico cobran valor cuando hay muchos adultos que dicen “claro, es así”. Ahora si hay un desprestigio, una mirada crítica de esto que la escuela propone, es como que es más difícil sostenerlo, pero cuando hay un adulto que acompaña es mucho más fácil. Por eso incorporamos a los padres, por eso los padres se postularon también; la inspectora en ese momento me asesoró que no creía conveniente que se hicieran elecciones, que los padres votaran; que por ahí pudieran acceder por sorteo, porque era la primera experiencia. Finalmente lo definimos así, por sorteo. Como había tanta participación de los padres hicimos titular, primer suplente y segundo suplente (por ciclo). Y empezamos a trabajar con la familia, y esto también nos amplió esta idea que yo tenía de salir del espacio institucional hacia adentro.
Por eso aparece el mural, como la escuela hacia afuera, la escuela donde uno tiene ganas de entrar, una escuela que invite, que sea atractiva; la escuela con un mensaje, la escuela tiene mucho para decir, más allá de un dibujo; entonces en la gráfica aparecen también palabras, frases, símbolos que nos remiten a otras cuestiones de ideas, más que nada. Y también la posibilidad de trabajar con otros, con nuestros vecinos: trabajamos con bomberos, con el Municipio, con una organización que se llama Carlos Gardel, que tiene en el barrio una impronta importante; porque es el barrio ferroviario…
UEM: ¿Y de qué se ocupa?
Mariela: Tiene que ver con una difusión cultural de lo que significa el barrio de la estación y todo lo que tiene que ver con el folclore mismo del barrio, del nacimiento del barrio, porque nosotros estamos muy cerca de la estación y estamos muy cerca también del club ferroviario, que en esta comunidad tiene una impronta muy grande porque es uno de los principales clubes, y que tiene también una diversidad de actividades, más allá del fútbol, que ofrece en el barrio, que mueven mucha gente. Nosotros necesitamos ampliarnos, y para ampliarnos buscamos los referentes barriales, en este caso bomberos, el club, la organización cultural y el Municipio por plazas y paseos, porque una de las cuestiones que surgió es instalar una plaza enfrente de la escuela, que no había y ahora está. Fue una correlación de fuerzas que la escuela + bomberos + el club, llevé a los pibes a hablar con el Intendente, le pedimos una reunión. Y una nena de 3º mira y le dice al Intendente: “Acá no estoy viendo a Juana Azurduy”, una genia. Después la llamé a la madre, le mandé una foto de los chicos, y me dijo que le había comprado un libro de Juana Azurduy.
Llevamos a los pibes a caminar por la ciudad, a que relevaran qué cosas había en una plaza, qué les interesaba a ellos que en su plaza debía estar. Querían un jacarandá; entonces fueron a decirle al Intendente que nuestra plaza necesitaba un jacarandá…
UEM: Guardianes de la plaza…
Mariela: Ese fue un proyecto que también se hizo para que los chicos se comprometieran y las familias acompañaran en el cuidado, ese es el mural, esas son frases que pusimos de ESI, en los baños están, “si ves a alguien que está solo, acercate”…
Y retomando lo que veníamos charlando, así las familias empezaron a participar, hemos sesionado, hemos encontrado efectos muy positivos en cuanto a la implementación, en cuanto a la calidad del equipo de trabajo también, porque esto instala…
UEM: Y el acercamiento de la familia a lxs docentes… Acá se cruzan muchas cosas. Por un lado, las demandas de la comunidad, conjuntamente con la escuela, para poder resolver situaciones problemáticas. Pero
también las familias, esa comunidad, ese barrio, ¿forman parte del proyecto educativo institucional? Porque circulan saberes de la comunidad que por ahí no son tenidos en cuenta a la hora de planificar la propuesta pedagógica y didáctica.
Mariela: Absolutamente. Eso lo estamos descubriendo, porque nosotros cuando empezamos con todo esto no lo conocíamos. Y cuando uno mete a las familias y las mete desde un lugar positivo… Hicimos pequeñas cosas. Yo dije: hay que deconstruir esto de la madre, del centro de mesa para la madre… esto ya no tiene que ver con las mujeres de hoy … entonces les dije, vamos a trabajar con las familias, y de puertas abiertas. Entonces, de cada grupo tiene que surgir una propuesta con apertura a las familias; tuvimos madres que fueron a cocinar; hicimos los tawa tawa, que es una receta boliviana, espectaculares, que a los chicos les encantó…
UEM: Y ahí revalorizás la cultura…
Mariela: Claro, porque estábamos justo en octubre, día de la madre, día de la diversidad cultural. Hicimos eso, hicimos mucha ornamentación para la escuela. Los padres vinieron a ayudarnos. Hicimos muchos trabajos con los papás y las mamás. Esa es la forma que tenemos nosotros … y lo vamos conociendo, no lo planificamos así. Como toda planificación, algo vivo que se empieza a nutrir con este intercambio, y que empiezan a aparecer otras líneas de acción. Yo tengo un grupo de WhatsApp donde solamente se suben experiencias innovadoras.
UEM: Con respecto a la participación de las familias, hacia adelante, ¿qué proyectan?
Mariela: Nosotros tenemos que darle a esto una vuelta de tuerca mayor; queremos hacer una cohesión … te contaba que tenemos otros niveles dentro del mismo edificio escolar, y queremos hacer una red también hacia el interior institucional, hacia la unidad académica; en este momento estamos solas nosotras trabajando con esto. Como nivel primario, pero queremos el año que viene fortalecerlo con secundaria, con adultos, con FinEs, eso le daría…
UEM: No sé si la secundaria tiene centro de estudiantes. Porque pensaba en esos chicos que vienen con una experiencia tan participativa, ¿qué pasa cuando entran al secundario?
Mariela: Nosotros dentro del edificio de primaria somos anexo de la Secundaria 10, que ahora tiene un pequeño edificio nuevo y con posibilidad de que se lo amplíen para poder concentrarlos…
UEM: Pero la mayoría de los chicos va a esa secundaria. ¿Tiene centro de estudiantes?
Mariela: Tiene un centro de estudiantes; tuvieron una participación en el Parlamento Estudiantil, una alumna de Secundaria 10; porque yo justo estaba reunida con la directora y la directora estaba atenta al teléfono de cómo iba el desempeño de su alumna. Esa es la idea y ese es el desafío que tenemos: articular este proyecto para que tenga continuidad en la Secundaria.
Nosotros compartimos la experiencia a otros equipos, e incluso desde el nivel primario hubo un plenario de directoras donde me pidieron a mí que contara la experiencia. Llevamos nuestra experiencia a otras escuelas.
“La escuela educa para la convivencia democrática, nos forma en comunidad, traspasando los muros simbólicos que levantan las sociedades divididas”. (Rawls, 1995)