LO QUE DEJÓ LA PANDEMIA: TRABAJO COLECTIVO, PARA NO DEJAR NUNCA DE ENSEÑAR

Docentes de dos Jardines de Esteban Echeverría nos cuentan su experiencia. La obstinación por enseñar, la potencia del trabajo en equipo y un esfuerzo permanente para llegar a lxs niñxs y a las familias, les permitieron sostener una propuesta pedagógica, pero sobre todo afectiva.

Utopías en movimiento: Compartimos este encuentro con una integrante del equipo de conducción y algunas docentes de dos Jardines del distrito de Esteban Echeverría.

María Rosa: Yo soy María Rosa Alfonsín, directora del JI 908, de la localidad de Monte Grande. Es un jardín urbano, que cuenta con 8 secciones, 4 por la mañana y 4 por la tarde. En su mayoría están conformadas por alumnxs de 5 años. El 50% de lxs niñxs está cursando el último nivel en el ciclo inicial. Por lo tanto, esto representa un gran desafío, sobre todo en el contexto de la pandemia, donde alguna trayectoria escolar se pudo haber visto interrumpida. Eso en primer lugar.

En el JI 930 soy vicedirectora, es un jardín urbano también y está en la localidad de Luis Guillón. Allí la matricula se conforma, también, con 8 secciones, 4 por la mañana, 4 por la tarde, pero aquí la característica es que no hay tantxs alumnxs de 5, sino que hay salitas multiedad. Así fue la conformación de las secciones durante el 2020, momento en que ya teníamos en el mes de febrero armada la planificación anual, en base a la evaluación del año 2019, con los desafíos propios de cada año, sin saber que nos recorrería esta pandemia y que todo eso se vería interrumpido. Así que cuando nos sorprendió la pandemia, tuvimos que redoblar la apuesta, hacer una revisión de los contenidos, priorizar algunos y armar una nueva propuesta. El primer esfuerzo fue ir a buscarlxs a todxs. Unx por unx, y ver de qué manera podíamos llegar a las familias, ya que se hizo muy visible la desigualdad. Había chicxs que no tenían conectividad, algunxs que tenían un único dispositivo y lo tenían que compartir con otrxs hermanxs. Paso a paso, fuimos llegando a todas las familias.

Nahir: Mi nombre es Nahir, soy profesora de educación física del JI 930, y voy a contar un poco cómo trabajo desde mi área, articulando con las seños y todo lo que conlleva la continuidad del plan pedagógico, siempre basándonos en los contenidos prioritarios, en el diseño. Quería contarles acerca de esta efeméride, del 25 de mayo, donde el área de educación física articula con el recorte que las seños y el jardín eligieron que es el de las comidas típicas de la época. Pensando un poco, se me ocurrió plantear la actividad desde la parte motriz y la parte sensorial. La idea de este proyecto es hacerles llegar a las familias en formato papel las actividades. Todo que se hace vía Classroom y Zoom, también se los hacemos llegar vía papel desde el área de educación física. Se me ocurrió trabajar una canción para poner la cocina en movimiento que habla de las distintas maneras de baile, con respecto a, por ejemplo, una taza, tetera, cuchara, cucharón, trabajarlo con ese ritmo de esa canción específicamente y poner la cocina en movimiento.

La idea era filmarme cocinando algo de la época, empezar a nombrar todas esas cosas y qué necesito para cocinar algunas comidas típicas. Eso para poner en movimiento desde la canción. Y después, aparte de eso, le contaba un poco a lxs nenxs que no sólo podemos hacerlo con la actividad física y ponernos en movimiento, sino que también podemos hacer uso de nuestras partes sensitivas del cuerpo: la vista, el olfato, el gusto, el oído y el tacto. Les contaba cómo articulamos cada sentido con la comida. Entonces les iba contando que con la vista podíamos ver lo que estábamos cocinando, qué elementos y qué alimentos podíamos usar en la cocina para hacer un relleno de empanadas, por ejemplo. Y también, desde el olfato, sentir los distintos aromas de los alimentos, sentir el aroma si está rico, si huele desagradable, si puede sentirse un olor dulce, ir con distintos sentidos incorporándolos a la cocina. El auditivo, si estoy calentando una pava, una olla, si es una cuchara con la que estoy revolviendo, de madera o de metal, y así ir articulando; desde lo táctil incorporar todo lo que tomamos, si es blando, duro, frío, caliente. Y la propuesta final, era llevarlos a que ellos experimenten esta sensación. ¿De qué manera? Que lo hagan con los ojos cerrados, vendados, con la ayuda de un adulto y que puedan sentir todas estas sensaciones, estos experimentos de saber, probar, sentir, y que hagan la devolución con video, foto, papel.

UEM: ¿Esto lo ibas trabajando con la maestra de la sala?

Nahir: En realidad surgió toda una propuesta, lo hablábamos con María Rosa y también con las chicas. Primero, tiene que haber un reconocimiento de esquema corporal y cosas previas que lleva al área de educación física, para después hilar más fino e ir a la parte sensitiva y motora. Y obviamente trabajarlo desde la efeméride y articularlo en este momento. Justo coincidió y se dio la posibilidad de que yo pudiera dar esta actividad. La parte motriz se viene trabajando, porque obviamente una va haciendo llegar a lxs chicxs a través de canciones, imágenes, videos. A veces en papel se complica hacerles llegar lo que uno plantea en video, pero lo hacemos. La mayoría son canciones que los chicos conocen, canciones familiares. Pero si no la conocen, se les manda el nombre de la canción, con el link, para que la puedan buscar.

María Rosa: Claro, la escuela no pierde su potencial de enseñar y de estar presente. En algunos momentos el edificio está cerrado, solo en algunos momentos porque también nos encontramos en los jardines para darles estos materiales a las familias. Con un gran esfuerzo, tratamos de complementar cuando sabemos que lxs chicxs no tienen conectividad o dispositivos, para que nadie quede excluidx. Todxs tratamos de achicar esa brecha. Siempre se trabaja la evaluación, a veces hacemos formularios de Google, solemos compartir con las familias que tienen posibilidad de acceder de manera digital, sino se los damos en el momento en que vienen a buscar los bolsones alimentarios, les formulamos esas preguntas ahí de manera presencial, como para ir evaluando qué ven ellos que lxs chicxs están aprendiendo.

“La escuela no pierde su potencial de enseñar y de estar presente. En algunos momentos el edificio está cerrado, solo en algunos momentos, porque también nos encontramos en los jardines para darles materiales a las familias”

La idea es buscar un sentido en común donde todos podamos ver que la escuela está presente y que es algo valioso de transitar. Y por la franja etaria de lxs chicxs realmente necesitamos mucho de la familia. Ellxs no tienen la posibilidad de conectarse autónomamente. Entonces, sobre cada actividad lxs adultxs están mediatizando, sin ocupar nuestro rol, por supuesto. Nosotrxs nos tenemos que dirigir con consignas bien claras, así que el nivel inicial tiene toda una apuesta ahí.

UEM: Nunca tan claro como en este momento la corresponsabilidad entre la familia, la escuela y el Estado. Si bien siempre es algo que está presente, en estos momentos es como que quedó más en evidencia, ¿no? Paola trabaja también en el mismo jardín…

Paola: Así es, soy docente de turno tarde, de primera sección integrada. Este año de nuevo tenemos la difícil tarea de hacer llegar las propuestas para la continuidad pedagógica. Ya teníamos experiencias que pudimos adquirir el año pasado, con todo lo que nos enfrentamos y las nuevas tecnologías que tuvimos que aprender a manejar para hacer llegar las propuestas a las familias. Así que este año nos enfrentamos a cómo hacerles llegar a las familias nuevas en el jardín, todo lo relacionado con el 25 de mayo, la primera efeméride que se nos presenta.
En un principio fue muy difícil para mí porque tuve que plantearme qué era lo im- portante y qué era lo urgente de la situación. No es lo mismo tener a lxs nenxs en el jardín, llevar la propuesta, conversarlo con ellxs, presentar el material. Uno puede enviar videos, imágenes, pero la presencia del/la docente para llevarlo, si no estamos con ellxs es muy difícil que lo puedan comprender. Así que yo le presen- taba esta incertidumbre a María Rosa, y la verdad es que ella me traía tranquilidad porque yo sentía que no iba a poder hacerles llegar a la efeméride. Y ella me hizo pensar que sí podía llegar la efeméride, pero de una manera más sencilla, en la que ellxs puedan comprender, porque al ser los padres el puente, tampoco podemos poner en ellxs toda la responsabilidad de tener que explicar cierta información que lxs nenxs la van a aprender más adelante, porque tienen muchos años todavía para seguir aprendiendo e investigando.

Pensamos trabajar las comidas típicas y ofrecer las recetas, tres opciones, hacer una breve reseña, explicándoles que en la época colonial algunas comidas eran típicas, y algunas las seguimos comiendo ahora. Les puse ingredientes, pasos a seguir y que ellxs elijan cuál les gusta más, que conversen en familia si las conocían, si las habían hecho en algún momento. Sencillo. No pasar por alto la efeméride, pero que tampoco fuera tan complicado para evitar poner todo sobre las espaldas de las familias para explicar esto. Y eso es lo que tenemos que enfrentar en estos días. Llevar tranquilidad a las familias, no recargarlas con más peso del que tienen, porque en realidad, haciendo un sondeo en las familias, hay muchas que tienen varixs hijxs con pocos dispositivos y quizás tienen mucha voluntad, pero se les complica. Y enviar cosas difíciles me parecía que no era lo importante. Entonces, por ahora creo que lo que trajo más tranquilidad a mi forma de ver la enseñanza es eso.

María Rosa: Claro, porque el particular desafío que tenemos en el nivel inicial con el trabajo de las efemérides, es esa noción del tiempo que lxs niñxs tienen que construir, un tiempo tan remoto, ya que en el pensamiento infantil las cosas son tal cual ellxs las conocen ahora. Difícil abordar un tiempo diferente. Entonces, desde ambiente natural y social, nosotrxs trabajamos la idea de cambio como la idea de permanencia. Algunas cosas permanecen, había necesidad en aquel momento de que la gente se alimentara, igual que ahora. Ahora, relacionando con lo que decía Nahir antes, el ruido de la batidora… en aquella época la forma de cocción era muy diferente. Quiénes accedían a un elemento y quiénes a otros, también. Podemos cruzar algunos elementos de clases sociales. Esas cuestiones se abordan más profundamente en la sala de 5 y tenían particularmente esta dificultad que transmitía Pao, que es la primera vez que vienen al jardín, nenxs sin trayectorias que se están amigando con estas nuevas tecnologías, acercándose a las propuestas a través de Classroom, Zoom y los cuadernillos que retiran. Pero el maestro y la maestra necesitan mediatizar mucho en esto, tienen que interpelar para que esa construcción de tiempo se pueda abordar. Tenemos diálogos didácticos permanentemente.

UEM: ¿Tienen algún espacio de encuentro entre ustedes, con periodicidad? ¿Cómo lo organizan ahora que se ha cortado la presencialidad de nuevo?

María Rosa: Esto tiene mucha periodicidad. El año pasado cada 15 días hacíamos reunión por Zoom con las docentes. Al principio cada 15 días, porque había mucho para evaluar, decidir. Una vez que fuimos consolidando las herramientas, como dice Pao, capitalizamos todo eso del año pasado, las reuniones fueron una vez por mes. Y este año permanentemente estamos con el WhatsApp, todo el tiempo. Trabajamos con documentos compartidos de Google, que es una herramienta muy potente porque es una construcción colectiva. Y después sí hacemos reunión por Zoom.

UEM: Seguramente es un desafío importante hacer que niñxs tan pequeñxs, que recién se incorporan a la escolaridad, participen de un Zoom…

María Rosa: Sí, a veces hemos tenido que proponerles a algunxs chicxs que les cuesta más, que estén con la cámara apagada y que nos escuchen y vean. Y que cuando quieran mostrarse, lo hagan. En algunos hogares hasta les decíamos a las mamás, póngannos de fondo y que el/ella vaya, venga, juegue, y de repente cuando algo le llama la atención, se acerque a ver de qué se trata.

“La tarea de educar a los niños consiste en hacer durar la infancia
todo el tiempo posible.”
Skliar, 2012

Nahir: Sí, es un desafío muy grande. Porque ya lxs niñxs por naturaleza presentan desafíos permanentemente y ahora con esta nueva modalidad, que muchos no nos conocen más que por la pantalla, entonces hay que pensar y ponernos a la altura de ellxs en cuanto a la creatividad, pensar cómo llegar a nenxs que quizás están pasando por una situación de separación de papás o de mudanza, o esto que implica el en- cierro, de estar en casa y no tener esta parte social que es tan importante para que lxs chicxs empiecen a tener contacto con el mundo exterior. A veces es conmovedor, porque surgen situaciones en las que ves al nene llorando en la pantalla, porque no quiere, le da vergüenza. Entonces, como decía María Rosa, está este espacio de decirle al papá, dejá la cámara prendida o silencialo y que siga haciendo. Capaz lo ves corriendo, va, viene y al final, cuando te estás por ir, viene y te dice “profe, mirá lo que hago”. Y te llena el corazón, porque decís “algo escuchó más allá de su enojo y encierro”, de alguna manera cayó esa información en su cabecita.

Entonces, es gratificante desde ese lado y se juega mucho la parte subjetiva. El/ la docente no corta nunca con esa subjetividad. Mas allá de diseñar, seguir formatos, órdenes, jerarquías, a veces unx tiene abierto el Classroom, el WhatsApp a la familia incluso. A mí particularmente me pasa que lxs chicxs necesitan tener contacto permanente, si bien hay que poner un límite, horarios establecidos de trabajo, esto está abierto todo el día, no se corta nunca de trabajar en esta situación, a mi particularmente me pasa eso y realmente es hermoso ver cuando hay una devolución. Porque significa que de alguna manera pudimos llegar.

María Rosa: Decía Nahir recién algo de la subjetividad, y entonces me estaba acordando cómo fueron nuestros primeros acercamientos donde nos planteá- bamos que el niño necesita ver nuestro rostro completo, y sin embargo los es- tábamos recibiendo con políticas de cuidado, con protocolos que realmente son necesarios como el barbijo. Entonces estos primeros encuentros vinculantes, fundantes, para nosotrxs también fueron un desafío. Y encontramos como solución en el Zoom enmascarar y desenmascarar. Entonces aparecíamos con el barbijo y nos lo sacábamos, y así. Y lo mismo les pedíamos a ellxs. Para lxs chiquitxs de jardín no es obligatorio, si recomendado. La mayoría de las familias adherían a esta recomendación y lo traían. Pero eso hacía que nunca pudiéramos conocernos completamente, sino una franja. Con todo lo que implica poder ofrecer una sonrisa. Así que bueno, tuvimos que buscar otros códigos, otras maneras de abrazar, de decir, y cada señorita lo supo hacer en su grupo. Romi, ¿les querés contar un poco de eso?

Romina: Bueno, empezamos este año con todo esto del uso de los barbijos, las máscaras, de cómo nos iban a identificar. Mi sala es de tercera sección, hay nenxs que el año pasado tuvieron por virtualidad en sala de 4 y el resto son nuevos que nunca tuvieron escolaridad. El tema era empezar a conocernos, y pensamos esta modalidad de ponernos y sacarnos los barbijos. Les mandamos por Classroom videos de cómo nos iban a encontrar, cómo iba a ser la sanitización. Nos resultaba invasivo que les pusiéramos termómetro a ellxs y a las mamás. Que se pusieran alcohol en gel, que los rociáramos en los piecitos y manitos. Entonces utilizamos la herramienta de Classroom y video para hacerles una dramatización las seños de cómo iba a ser la entrada al jardín, respetando los dos metros de distancia, los profes de educación física midieron, pusieron las cruces. Y así empezamos a hacer este ingreso al jardín con todo lo que pedía el protocolo.

Nosotros recibíamos por burbujas, de una sala de 24 nenxs éramoS 12 en la burbuja. ¿Y cómo identificarnos? Estamos acostumbradas a tener una identificación por color en la sala, y nos resultaba raro decir: hoy toca la 1, hoy la 2. Entonces bueno, teniendo en cuenta que se aproximaba la fecha de conmemoración del Día de la Memoria, Verdad y Justicia, donde comenzábamos nosotras a favorecer lo que fuera la identidad de lxs nenxs, empezamos a hacer este trabajo. A comienzo del año dijimos bueno, trabajemos con una bitácora, teniendo en cuenta que es la recolección de la memoria colectiva para que lxs nenxs tengan una memoria de todo el año que iban a transcurrir en el 2021. Entonces pensamos que podíamos elegir el día por la Memoria, Verdad y Justicia, el derecho a la identidad, y lo articulamos con el de la bitácora. Entonces, cada
nenx a través de imágenes, fotos, nos fue contando cómo era su
familia, cómo estaba formada.

También les mandamos videos de una canción “Soy” que habla mucho de lxs abuelxs, y lxs nenxs nos contaban qué cosas les gustaba compartir con lxs abuelxs. Y la verdad que había un montón de devoluciones que se nos ponía la piel de gallina. Muchos que extrañaban a sus abuelxs, porque no los podían ver, no tenían contacto porque el/la abuelo/a no tenía dispositivo o vivían en otra provincia. Una nena justo la abuela pudo viajar de una provincia y llegó y nos mostró la mamá ese video de ese encuentro entre la nieta y la abuela, y era muy emocionante. Así que trabajamos eso. También el árbol genealógico a partir de lxs abuelxs. Y así fueron relatándonos cosas que vivían con lxs abuelxs, y cómo los cuidan: “me quedo en casa y no los vamos a ver para cuidarlos”, “el abuelo no viene porque me cuida”. Y entonces surgió una propuesta de que ellxs le podían mandar algo al abuelo, una carta, foto, dibujo.

Como teníamos esto de que íbamos a la presencialidad una semana sí y una no, dijimos bueno, es un puntapié importante para identificar nuestras “burbujas”, entonces hicimos durante esos días toda una reflexión de por qué era importante tener un nombre, cómo podíamos identificarnos, porque éramos todos pertenecientes a la sala azul pero no estábamos todos, éramos 12. Me acuerdo que un nene dijo “es importante que tenga nombre así mi papá sabe quién soy”, y todas reflexiones que hacían, nos llevó a ponerle nombre a la “burbuja”. Entonces, como dentro de nuestra planificación anual tenemos una parte que habla de los animales, que hacemos enciclopedia, ahí dijimos bueno, si bien podemos mantener la enciclopedia, también podemos incorporar que cada docente elija un animal; por ejemplo, yo había elegido las aves.

El término burbuja se ha extendido en el uso cotidiano del habla pese a que en la Provincia de Buenos Aires las regulaciones del Plan Jurisdiccional y su Actualización los describe como agrupamientos.

Hacemos un pequeño registro de las características que lxs nenxs puedan decir y a través de un formulario de Google hacemos la votación. Entonces les mostré una variedad de imágenes, ellxs fueron reconociendo. Cuando hablamos de los tucanes, yo les contaba que los tucanes estaban en grupo y que les gustaba estar en grupo, entonces dijeron ¡“como nosotros”! Y así les fui dando características de cómo les gusta estar (solos, en parejas), y fuimos relacionándolos con nuestra realidad. Y luego ganaron las águilas y los tucanes. Así que llegamos a la votación. Cada vez que tenía que subir información sobre ese grupo, ellxs se identificaban y si eran las águilas, por ejemplo, ya sabían a quién le correspondían. Las familias, súper contentas, porque se hacían lío si eran 1 ó 2, así que fue una linda experiencia, y a ellxs les gustaba que los nombraran por su grupo. De las familias tuve una gran respuesta porque participaron casi todxs.

UEM: O sea que vos tenías dos grupos: en uno 12 tucanes y en otro 12 águilas…

María Rosa: Sí, y hay otra sala del jardín que eligió otros animales, entonces tenemos los yaguares y las llamas, porque entre ellas se pusieron de acuerdo. Y la otra salita tiene animales acuáticos. El turno tiene una identidad y dentro de eso las “burbujas” con sus animales. Hubo un ejercicio de la democracia, todos votaron, pero conociendo. Fue muy interesante y todo se desprendió del 24 de marzo, con el derecho a la identidad, a ser nombrado, etc.

Romina: Y nosotras estamos armando la bitácora. Todo lo que vimos de la identidad, lxs abuelxs, para que después esa memoria colectiva que se haga a lo largo del año, lxs nenxs lo puedan después ver y también conocer las familias y amigxs. Cómo está formada la familia, por qué eligieron ese nombre. Te decían “sí, mamá me puso tal nombre por la artista que le gustaba de la novela”, y otro por el abuelo y otro porque le gustaba a mi hermano. Así empezaban a conocer un poco el porqué de la elección de los nombres. La verdad, fue muy rica la experiencia.

“Para vivir tenemos que narrarnos; somos un producto de nuestra imaginación. Nuestra memoria en realidad es un invento, un cuento que vamos reescribiendo
cada día”
Rosa Montero, 2013.

María Rosa: Muy rica desde todo punto de vista, porque nosotrxs también tenemos que trabajar mucho la oralidad en el nivel inicial. Entonces mirá todo lo que te cuenta la seño respecto de los fundamentos que tiene que dar, las apreciaciones, comunicar sensaciones, todos son contenidos del nivel inicial.

UEM: ¿Había algún espacio, no digo presencial, virtual, donde se encontraban los agrupamientos?

María Rosa: A principio de año la burbuja estaba toda junta, porque la primera semana no tuvimos presencialidad. Estuvimos todxs juntxs, hicimos este ejercicio que te cuento de poner y sacar el barbijo, enseñar protocolos. Esa semana se trabajó solo virtual; la otra semana ya empezaron a venir lxs nenxs de 5, entonces ahí se separaron las burbujas. Ahora está la presencialidad suspendida, no hay burbuja, hay Zoom para todxs.

Romina: Y otra de las cosas era que, dentro de la sala, en una de las paredes, como ambiente alfabetizador yo tenía los carteles donde estaba escrito Águilas, con todos los nombres, y los Tucanes. Entonces, cuando venían los tucanes, yo dejaba puesto el de águilas, y decían “no está mi nombre, ¿por qué?”. Porque este es águilas, acá dice águilas, estos son los nombres; me preguntaban los nombres, yo se los leía. Entonces ellxs, si bien no tenían contacto visual, sí sabían que había otrxs nenxs que pertenecían a sala azul pero que estaban adentro de águilas o tucanes.

María Rosa: Y tuvimos la visita del intendente, que nos ayudó con un subsidio para mobiliario y material tecnológico, y compramos una cámara web. Porque la idea es, cuando los chicos estén en presencialidad, poder con la camarita web transmitir como si fuera en streaming, en vivo, para los que estén en la casa. Cuando volvamos a la presencialidad, vamos a continuar con eso.